En seis años, sólo 3 mil 828 civiles se han sumado a las filas de la corporación
La Policía Federal, poco atractiva para los jóvenes que buscan empleo
La mayoría del personal pertenece a las fuerzas armadas: informe de la dependencia
A pesar de sus casi siete años de existencia, la Policía Federal Preventiva (PFP) no ha logrado convertirse en una corporación atractiva para la población civil. Así, más militares que quienes no provienen de instituciones armadas han ingresado a sus filas. Muestra de ello es que, en seis años, sólo 3 mil 828 jóvenes se han convertido en agentes de esa institución.
A pesar de que en los últimos dos años menos civiles se han sumado a la PFP, ya que en 2005 fueron 63 y 409 en 2006, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal no tiene registros de altas civiles en 2004.
Este año, se espera que unos 2 mil jóvenes ajenos a las fuerzas armadas (más de 70 por ciento de los que históricamente han sido contratados) se conviertan en agentes federales.
En cambio, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha aportado la mayor parte del personal que integra esa corporación. Según un convenio de colaboración que fue firmado entre la SSP federal y el instituto armado, se transfirieron este año –una suerte de préstamo, pues deberán reincorporarse a sus labores castrenses– 7 mil 588 efectivos.
En ese contexto, la SSP federal dio a conocer, en respuesta a la solicitud de información 0002200100807, que en el año 2000 se incorporaron 876 civiles y 5 mil militares, de acuerdo con datos de la Defensa Nacional. En 2001, 660 personas ajenas a la instituciones castrenses se sumaron como agentes de la PFP; 2002 fue el año en que más civiles causaron alta en la corporación, con mil 259; en 2003, 561; para 2004 no hay registros; en 2005, 63, y en 2006, 409.
En respuesta a la solicitud mencionada, el Comité de Información de la SSP federal afirmó: “los elementos en activo de este órgano administrativo desconcentrado –la PFP– no son elementos del Ejército. Lo anterior en razón de que, al incorporarse en el supuesto normativo consagrado en el artículo 111 del reglamento de la PFP, éstos dejan de serlo en el momento en que presentan su renuncia ante la institución o dependencia ante la cual prestaban sus servicios, cambiando su calidad a la de miembro de la PFP, toda vez que ese acto es voluntario, personal libre y espontáneo”.
Sin embargo, cabe recordar que, de acuerdo con el convenio firmado entre la SSP federal y la Sedena, se establece que 7 mil 588 militares que colaborarán con la PFP “seguirán sujetos a las normas de disciplina militar que los rigen y al marco jurídico aplicable”, y que será la SSP federal la que “responderá y atenderá de forma integral cualquier controversia jurídica o de derechos humanos en el ámbito nacional e internacional que se genere con motivo de la actuación del personal militar en apoyo” de esa dependencia.
Además, se afirma que si llegaran a presentarse controversias en materia de violaciones a los derechos humanos, se desvinculará “a la Sedena de cualquier tipo de responsabilidad”, ya que esa institución “sólo será competente para conocer de los delitos del fuero militar”.