Se corre el riesgo de desaparecer como Estado organizado
Vive México una de las peores crisis políticas de su historia, alertan expertos
Con el país sumido en una de sus peores crisis políticas, enfrentamos una disyuntiva histórica que nos obliga a decidir si avanzamos hacia la creación de un nuevo modelo social que permita “redimir” a la nación mexicana o dejamos que se derrumbe, advirtieron especialistas e investigadores durante la presentación del libro México hoy. Crisis, desafíos y alternativas, editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el encuentro, que reunió a politólogos, sociólogos, sindicalistas y ex funcionarios del gobierno capitalino, se destacó que en México “se ha vivido en crisis desde los años 60 del siglo pasado, pero sin duda se ha llegado a extremos tan insostenibles que, si no salimos adelante y nos salvamos como sociedad, se corre el riesgo de desaparecer como Estado organizado”.
Por ello, insistieron en que una de las tareas fundamentales de las universidades públicas es ser “espacios de debate de las ideas, pero, sobre todo, de la construcción de soluciones alternativas a un modelo neoliberal voraz y excluyente”.
Bernardo Bátiz, ex procurador de Justicia del Distrito Federal, afirmó que es “evidente que vivimos una grave crisis que se respira en el ambiente y nos ha llevado al consenso social de que no podemos seguir así, ante casos de corrupción que se han llevado al exceso, pero que no son más que reflejo de una pésima dirección social, porque sin duda contamos con un pueblo trabajador, eficaz y responsable”.
Destacó que en México vivimos la ley del péndulo, pues los excesos que existían en 1982, con un Estado monopólico que controlaba todo y que no tenía ningún mecanismo de práctica democrática, “los estamos volviendo a vivir, pero ahora con una concentración monopólica del poder y una visión totalmente neoliberal del Estado”.
Arturo Alcalde Justiniani, abogado laboral y experto en sindicalismo, afirmó que ante el fracaso del modelo neoliberal es “indispensable proponer y construir soluciones alternativas, pues no basta con rechazar las políticas globalizadoras, necesitamos que tanto la sociedad como sus trabajadores participen en la construcción de un nuevo modelo social”.