Desde Otras Capitales
La ciudad secreta
Ampliar la imagen Vista aérea de la ciudad de Buenos Aires, Argentina tomada de la Internet Foto: Tomada de la Internet
Edificada de espaldas al Río de la Plata, un verdadero mar de aguas dulces, la mítica y tanguera ciudad de Buenos Aires aún conserva algo aldeano en sus características, entre arrabales que escapan a la influencia europea de algunas de sus calles, quizás porque es el último país del sur en este continente.
A su manera, Buenos Aires parece una gran isla atractiva y noctámbula. Esta ciudad tiene sus mundos secretos, que se van descubriendo en estos tiempos de la pasión por construir grandes torres despersonalizadas. En las excavaciones aparecieron esos largos túneles que conectan calles, casas, verdaderos caminos subterráneos, comunicaciones extrañas bajo tierra, para las cuáles aún no hay explicaciones válidas.
¿Rutas del contrabando del gran puerto? ¿Juegos políticos del poder imperial, de la colonización? ¿Subterfugios criollos? ¿Túneles de amores prohibidos? Todo puede ser en la imaginación.
Como a los porteños les fascinan las interpretaciones mágicas de asuntos quizás no tan mágicos, los túneles están poblados de fantasmas. Y también ciertas casas en las que nadie quiere vivir en la ciudad, a pesar de la escasez de viviendas. Los fantasmas ya son figuras borgianas en los comentarios jocosos de cafetines de la españolísima Avenida de Mayo.
Fantasmas curiosamente unificadores. “No nos une el amor sino los espíritus flotantes de las almas que penan”, dice jocosamente un experto en fantasmas, que ya los hay.