Usted está aquí: domingo 14 de octubre de 2007 Política Reivindicar a Fox con estatua, “broma de mal gusto”: Paco Ignacio Taibo II

Señala que piensan hacer lo mismo en Nuevo León con un traidor a la patria

Reivindicar a Fox con estatua, “broma de mal gusto”: Paco Ignacio Taibo II

David Carrizales (Corresponsal)

Monterrey, NL, 13 de octubre. El escritor Paco Ignacio Taibo II no ocultó su alegría porque hoy fue derribada la estatua que los panistas erigieron en honor a Vicente Fox en Boca de Río, Veracruz, y consideró que lo mismo deberá hacerse en su momento con la que están por instalar en Lampazos, Nuevo León, para “reivindicar” a Santiago Vidaurri, fusilado por traición a la patria al colaborar militarmente con el imperio de Maximiliano.

Taibo II fue entrevistado en la Feria Internacional del Libro del Tecnológico de Monterrey, adonde acudió para presentar sus obras El cuaderno verde del Che, antología poética de los autores preferidos del líder guerrillero, y El general orejón ese, biografía para recuperar y reconocer la valía de Mariano Escobedo, uno de los héroes “trágicamente olvidados”, pese a su participación fundamental para salvar y consolidar a la República durante la Guerra de Reforma y la intervención francesa.

La idea de escribir esta biografía “era recuperar un personaje al que yo le tengo mucho cariño, esa mirada extraviada, esas orejotas, un rancherote borracho de adolescente que sabía montar a caballo dormido, y que se echa desde 1847 con la invasión gringa, hasta el 67, cinco guerras, pues cada vez que quería irse a descansar no le quedaba otra que ponerse al servicio de la República”.

Escobedo, señaló, “está súper olvidado, y esto se explica porque Porfirio Díaz lo odiaba debido a que el originario de Galeana, Nuevo León, era el héroe de Querétaro –donde se consumó la derrota del imperio francés–, mientras él era el héroe de La Carbonera, una pinche batalla sin importancia.

“Lo traía en la mira por celos, de hecho se confronta con él, luego lo capta, lo recluta, después lo neutraliza, y el día que muere Escobedo, Porfirio Díaz mandó la policía secreta a robarse el archivo”.

Ante el olvido de Escobedo, dijo, con una centésima parte de lo usado en el Fórum Universal de las Culturas (mil 350 millones de pesos, sin contar la infraestructura) “se hubiera lanzado una campaña para que en esta región del país se hicieran conferencias para que todo mundo se interesara en Mariano Escobedo, un personaje tan chingón, se editen libros para la población, se lleve la música clásica a los mercados, y no hacer cosas de relumbrón sin pena ni gloria”.

Mientras a Escobedo se le minimiza, indicó Taibo, las elites de la derecha en Nuevo León pretenden homenajear a personajes como Santiago Vidaurri, un tipo que fue fusilado de espaldas por traidor, ya que se puso al servicio de Maximiliano, de una potencia (Francia) que había invadido México.

“Yo no concibo en qué cabeza pequeña, reducida y reaccionaria cabe una reivindicación de Vidaurri, creo que esto es resultado del renacer del pensamiento reaccionario y clerical conservador en México, pues también en Querétaro quieren reivindicar a (Tomás) Mejía (fusilado junto con Miguel Miramón y Maximiliano en el cerro de las Campanas), y en Veracruz a Vicente Fox, lo que es una broma de mal gusto”, dice mientras suelta la carcajada.

Al enterarse en ese momento de que la estatua al ex presidente fue derrumbada, señaló que lo mismo deberá hacerse con el busto que se quiere erigir para reivindicar a Vidaurri, acuerdo ya aprobado por el cabildo de Lampazos, de donde era originario, al tiempo que el Congreso local resolvió que respeta la “autonomía municipal”.

También se habla de traer los restos de Porfirio Díaz a Oaxaca para rendirle honores, y lo que falta es que celebremos a Iturbide en el aniversario de la consumación de la Independencia en 1827, y que le hagamos estatuas a Maximiliano en Chapultepec, lamentó Taibo II.

Respecto de la antología poética que el Che Guevara recopiló durante la campaña guerrillera en Bolivia, incluyendo poemas de César Vallejo, León Felipe, Pablo Neruda, dijo que el libro está mandando un mensaje: que no hay revolución sin poesía.

El Che, comentó, hablaba de América Latina como nadie de la izquierda, porque la había visto y vivido completa de abajo hacia arriba. La poesía, concluyó, da una formación que enriquece, que permite tener la metáfora en la mano y nos enseña que no es la educación formal la que nos forma, sino lo que aprendemos en la vida cotidiana.

 
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