El Correo Ilustrado
Aclaración de Gustavo Hirales
Le solicito publicar la siguiente aclaración.
En México y en otras partes existen básicamente dos tipos de ideólogos de la violencia política. Los que llevan sus ideas a la práctica y asumen todas las consecuencias, y aquellos que dedican sus energías a bendecir, traducir, matizar, aderezar y justificar a los violentos, pero sin ensuciarse las manos. Sobra decir que los primeros merecen respeto, y los otros, ninguno.
Luis Hernández está furioso porque se reabre, en la opinión pública, el tema de la matanza de Acteal. Ello se debe, supongo, a que todo análisis detallado de estos hechos amenaza con reblandecer los fundamentos de un mito: que Acteal fue un “crimen de Estado”.
Por ello arremete contra mi libro Camino a Acteal (1998): que es un “panfleto” y que fue considerado (no dice por quién), “por su impúdica falsificación de los hechos, como una nueva versión de El Móndrigo”, bla bla bla. Si Camino a Acteal es “impúdica falsificación”, ¿por qué nadie hasta ahora lo ha refutado?
Mi libro es una reconstrucción de los acontecimientos que, a diferencia de las historias de buenos-buenos contra malos-malos, buscó poner sobre la mesa todos los hechos y todas las versiones, no sólo de uno de los bandos, sino de los varios que ahí, de mala manera, se anudaron. El libro quiso ser un referente para quienes no se conformaran con la papilla ideologizada al uso.
Lo anterior, pese a todo, es cuestión que se presta a múltiples interpretaciones. Lo grave y no sujeto a interpretaciones es que Hernández me acusa de policía y de “agente de la contrainsurgencia chiapaneca”, sin aducir prueba alguna. Históricamente, la acusación de policía ha servido para preparar y llevar a cabo ajustes de cuentas al seno de los movimientos y partidos donde la violencia y las armas fueron y son recurso expedito. También en México ha sido un expediente que sacerdotes y comisarios han utilizado con perversa discrecionalidad, y ahora Hernández la revive como un eco tardío de la descomposición de los grupos armados, entre otros el hoy “honorable” PROCUP-EPR.
La acusación es falsa y quien la esgrime un mentiroso y un irresponsable, salvo prueba en contrario.
Gustavo Hirales Morán
Respuesta de Luis Hernández Navarro
Ex guerrillero arrepentido y enemigo jurado de la causa que defendió en la juventud, Gustavo Hirales ha dedicado años de su vida a tratar de limpiarle el rostro a un régimen que, en Acteal, cometió un crimen de lesa humanidad. Sus pleitos con sus antiguos camaradas nada tienen que ver conmigo.
Once familiares de desaparecidos políticos, antiguos integrantes de organizaciones armadas revolucionarias e investigadores, aseguran que Hirales fue un agente infiltrado por el gobierno en las filas de la Liga 23 de septiembre, bajo la coordinación del comandante Florentino Ventura, de Interpol, con el objetivo de informar sobre los movimientos y dirigentes de la organización guerrillera (José Enrique González Ruiz, et. al. Ahora es cuando los gorilas se disfrazan de académicos).
Un informe, elaborado por la antigua Dirección Federal de Seguridad, desclasificado del Archivo General de la Nación con la clave H-235, señala que gracias a las fotografías de varios dirigentes de la organización armada identificados por Hirales, se detuvo, torturó y asesinó a Salvador Corral y José Ignacio Olivares (Mauricio Laguna, “Guerra sucia crímenes de estado” en Contralínea 29 de agosto de 2007).
Pero, más allá de estos señalamientos, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, Hirales desempeñó, aunque a él le pese, funciones de policía. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, policía es el “cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas”. Y eso es lo que él hizo durante años.
Como asesor de la Coordinación para el Diálogo en Chiapas, y como asesor del presidente Zedillo en cuestiones de contrainsurgencia, Hirales cumplió cabalmente la definición que da el Diccionario sobre esta actividad. Y, por supuesto, cobró por ello. En múltiples escritos justificó a los grupos paramilitares en Chiapas. Apenas tres días antes de la masacre de Acteal escribió en El Nacional que los asesinos de Paz y Justicia eran “un mito”.
El libelo de Hirales sobre Acteal forma parte de su labor para limpiar la imagen del presidente para el que trabajó y justificar la matanza (John Ross, La guerra contra el olvido). Se trata de un grotesco ejercicio de falsificación histórica que lo asemeja a El Móndrigo. Una afrenta inadmisible a la memoria de las víctimas.
Luis Hernández Navarro
Rechaza limitaciones a la Sedeso en el DF
Agradeceré publicar las siguientes aclaraciones a la nota “Por fast track, limitan facultades de la Sedeso en programas sociales”, publicada el miércoles 10.
La creación de la Secretaría de Educación del DF significa la prioridad que para el gobierno capitalino tiene la educación. Esta secretaría representa la posibilidad de iniciar la transferencia de servicios educativos e impulsar un programa integral de acuerdo con necesidades y características de la ciudad.
La Comisión de Educación de la Asamblea Legislativa del DF dictaminó transferir de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) a la de Educación (SE) los programas de útiles, uniformes escolares, becas y acciones que benefician a alumnos, como resultado de varias reuniones con los titulares de dichas dependencias, Martí Batres y Axel Didriksson, respectivamente, y por así convenir al desarrollo de un programa integral de educación, no por el supuesto uso político y clientelar de los mismos.
Manifiesto mi total apoyo a la política social del GDF que prioriza apoyar a los menos favorecidos y a crear mejores condiciones para el aprovechamiento escolar de niñas, niños y jóvenes de nuestra ciudad. Reitero mi reconocimiento al trabajo de Martí Batres al frente de Sedeso y de Axel Didriksson en la SE.
Dip. Salvador Martínez Della Rocca, presidente de la Comisión de Educación de la ALDF, IV Legislatura
Invitaciones
Documental sobre el Che
A 40 años de la caída en combate del comandante Ernesto Che Guevara, invitamos al público en general a la exhibición del documental Ernesto Che Guevara, donde nunca jamás se lo imaginó. Biografía del jefe guerrillero argentino-cubano, desde su nacimiento hasta su caída en combate en 1967. La proyección será este domingo 14 de octubre, a las 17 horas, en la Casa de la Cultura Azcapotzalco, ubicada en Azcapotzalco 605, a tres cuadras del Metro Camarones. Informes: [email protected], http://unionrebelde.blogspot.com, 044 55 16 53 51 46. Entrada libre, Ricardo Nicasio
Cine en el Museo de los Ferrocarrileros
Sábado 13 de octubre a las 16 horas, El hijo desobediente (1945), con Germán Valdez Tin Tan, Marcelo Chávez, Cuca Escobar y Marga López. Director: Humberto Gómez Landero. 90 minutos. Museo de los Ferrocarrileros. Entrada gratuita. Alberto Herrera s/n, colonia Aragón La Villa, junto a la estación del Metro La Villa-Basílica de la línea 6. Teléfonos 51 18 64 07 y 51 18 64 09. Salvador Zarco, director.