El clavadista regresó a los entrenamientos
Rommel Pacheco ya sueña con conquistar una medalla en Pekín
Con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, el yucateco Rommel Pacheco está de regreso a los entrenamientos para afinar la rutina con la que, confía, podrá meterse en la pelea por las medallas en la justa veraniega.
Sabe que para hacer un buen papel en China es indispensable llegar con su mejor preparación, con tranquilidad, “sin ninguna lesión”, para poder “hacer lo que sé y lo que he estado entrenando en todos estos años. Sin tratar de hacer alguna maravilla y esperar que me vaya bien”.
El grado de dificultad de su rutina, con ejecuciones de 3 y 3.5 grados, que suman en total 19.8, es equivalente al que muestran los más serios rivales a las preseas, como son los chinos y los rusos. “De allí la importancia de que todo salga bien, porque cualquier descuido que tengamos nos echa para atrás”.
Luego de cumplir una temporada con altibajos, pero nutrida en cuanto a certámenes en el ámbito internacional, el multimedallista se prepara para posiblemente participar en el Campeonato nacional de la especialidad a realizar en diciembre, para luego estar listo en febrero de 2008 cuando se lleve a cabo la Copa Mundial en China, última oportunidad de acceder a los boletos olímpicos, que buscaría en los sincronizados, al ya contar con plaza en la plataforma individual.
–¿Qué te dice que uno de los mejores clavadistas chinos, como Qin Kay, haya comentado recientemente que eres “de cuidado”?
–Bueno, lo que pasa es que los clavados son muy quisquillosos. Los que estén en la final olímpica, sólo con su mejor actuación y sin pestañear podrán ganar las preseas, así es esto y por eso todos debemos cuidarnos de todos y no confiarse de nadie.
–¿Piensas en Pekín 2008 o prefieres no hacerlo para no presionarte de más?
–Tengo la esperanza de tener un buen resultado, de ganar una medalla olímpica y por eso entrenaré con todo.
–¿Qué significaría obtener la presea?
–Es el sueño de todos. Sería la recompensa al sacrificio de tantos años, es una meta, un logro que me encantaría alcanzar. Es como llegar al oro que está al final del arcoiris, pero sobre todo porque no muchos tienen la oportunidad de lograrlo, y quiero ser de esos pocos.