Buscan al sustituto del Káiser Pasarella
Gran operativo policiaco para el clásico Boca-River
Buenos Aires, 6 de octubre. Mil 300 policías participarán en el operativo montado para el partido que jugarán el domingo Boca Juniors y River Plate, el superclásico del futbol argentino, que forma parte de la decimotercera fecha del torneo Apertura-2007.
El duelo entre los clubes más populares de Argentina tendrá lugar en el estadio Monumental, de Buenos Aires, en torno al cual la policía colocará varias vallas para controlar el ingreso de los aficionados, además de que realizará controles de alcoholemia.
Efectivos de seguridad estarán apostados en puntos estratégicos alrededor del estadio para prevenir posibles choques entre los barrabravas (seguidores violentos) y, como es habitual en esta contienda, los microbuses con los seguidores de Boca serán escoltados hasta el Monumental.
Boca y River llegan a su más difícil cita en situación dispareja, con los xeneizes en busca de una victoria para intentar alcanzar al puntero Independiente, mientras los de la banda roja andan muy golpeados por las derrotas ante rivales modestos, como Tigre y Argentinos Juniors.
El técnico de River, Daniel Passarella, ha sido cuestionado por el bajo rendimiento del equipo y la falta de victorias, y corre el riesgo de perder el puesto si el plantel cae ante su archirrival, según la prensa de este país.
Algunas versiones señalan que dirigentes de River habrían contactado a Diego Simeone, entrenador de Estudianes de La Plata, para ofrecerle la conducción del plantel, en caso de que el ciclo del Káiser Passarella concluya antes de que finalice la temporada.
Luego del partido, los aficionados podrán observar –a través de una pantalla gigante– el juego de cuartos de final del Mundial de rugby, entre Pumas de Argentina y Escocia. El duelo Boca-River fue adelantado a las 14 hpras para evitar una superposición con el encuentro de rugby, que se desarrollará en Francia.