Domingo
Mujeres en la presidencia
Madrazo: ¿está en su naturaleza?
El nuevo Marlboro snus
Sobreviviendo a Salinas
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El ex candidato presidencial priísta, en mayo pasado
Foto: Francisco Olvera
Es probable que el año próximo tres de los más importantes países del continente americano tengan a una mujer en la presidencia de la república: en Chile ya está en funciones Michelle Bachelet, una pediatra socialista, ex prisionera política; en tres semanas los votantes argentinos casi seguramente elegirán a Cristina Fernández de Kirchner, quien así sucederá en el cargo a su esposo Néstor, o sea que el poder no saldrá de su alcoba; y el 4 de noviembre del año próximo finalmente se despedirá de la Casa Blanca esa pesadilla que se llama George W. Bush y es muy posible que se reinstale un matrimonio que ya antes vivió ahí ocho años: los Clinton. Sólo que en su segundo debut será Hillary la que despache en la Oficina Oval. Bill ya anunció cuál sería la chamba que le asignará su cónyuge: embajador deluxe, se dedicará a recorrer el mundo con la misión de restaurar la dañada imagen de la nación tras sus desastrosas intervenciones en Afganistán e Irak. Imaginen una reunión en la cumbre de las tres presidentas: ¿hablarían de las infidelidades de sus parejas, de los problemas de sus hijos, de la crema antiarrugas de moda? No lo creo. Algo tienen en común la Bachelet, la Clinton y la Kirchner: son profesionales de la política. ¿Cuándo elegiremos los mexicanos a una mujer para que ocupe Los Pinos? Aspirantes ha habido: Cecilia Soto, Rosario Ibarra, Patricia Mercado. Y no sería extraño que en 2012 surgieran tres: la gobernadora de Zacatecas, Amalia García, por el PRD (o lo que quede, tras sus muchas divisiones), y dos por el PRI: Ivonne Ortega, gobernadora de Yucatán, y la presidenta del partido, Beatriz Paredes, aunque ésta quedó convertida en cochinita al pastor al dar su voto en favor del gasolinazo.
Gandalla por siempre
Hay una fábula que narra la tragedia de una ranita y un alacrán. Se encontraron a orillas de un río. “Crúzame al otro lado”, le dice el alacrán. “No, porque me vas a picar”, replica la rana. “¿Cómo crees?, nos ahogaríamos juntos”. Finalmente la convence y cuando iban a la mitad de la corriente, el alacrán la pica. “¿Cómo pudiste hacerlo?, ahora moriremos los dos”, le reclama en su agonía. “Perdóname, está en mi naturaleza”, le dice el bicho, al que por fortuna “Dios no le dio alas”, según cita con frecuencia el filósofo de Zacualpan de Amilpas, una comarca donde abundan los de su especie. Esto viene a cuento porque el eterno aspirante a la Presidencia de la República Roberto Madrazo fue borrado de los registros del portal de Internet del maratón de Berlín, que se corrió el pasado domingo y en el que supuestamente terminó en primer lugar en la categoría de varones de 55 o más años. De acuerdo con los organizadores, no es difícil que haya hecho trampa: sospechan que tomó un atajo porque llegó muy fresquecito a la meta e hizo un tiempazo como si tuviera 20 años menos. Una investigación está en curso, y en caso de comprobarse la chapuza, le quitarán la medalla, pero no lo gandalla –salió en verso sin esfuerzo– y no podrá concursar gratuitamente en el maratón del año próximo. ¿Estará en su naturaleza?
Sobreviviendo a Salinas
El viernes al mediodía, en el restaurante El Faisán de Cuernavaca, no pocos comensales voltearon la mirada hacia una mujer que llegó a ocupar una de las pocas mesas vacías. Una dama distinguida, vestida con elegante sencillez. Era Cecilia Occelli, ex esposa de Carlos Salinas de Gortari. Lucía guapa, rejuvenecida, tranquila, después de los años difíciles que le tocó vivir a la sombra del ex presidente. Escribió Sara Sefchovich, la celebrada autora de La suerte de la consorte, que “la señora Cecilia Occelli, engañada públicamente por su marido, el entonces presidente Carlos Salinas, aceptó fingir que la suya era una relación de pareja ejemplar y fungió como primera dama sin chistar”. Se refiere a la relación que el ex jefe del Ejecutivo tuvo con Ana Paula Gerard, una de las colaboradoras de José Córdoba Montoya. Al dejar el gobierno se divorció de doña Cecilia y contrajo nupcias con Ana Paula. Es bueno recordar a las personas decentes que alguna vez vivieron en Los Pinos, como la señora Occelli.
Teléfono por Internet
Con suerte no estamos lejos de liberarnos de las altas tarifas de teléfono, sobre todo en llamadas de larga distancia nacional e internacional. Microsoft lanzó su nuevo programa Office Communication Server 2007. Es el mismo Office que conocemos –Word, Excel, PowerPoint, Outlook– pero con un añadido, por el cual podremos hacer conversaciones por audio y video. La empresa del ahora segundo hombre más rico del mundo, Bill Gates, dará la batalla a Skype, Vonage, Google y Yahoo en un mercado que generará un negocio de 50 mil millones de dólares en 2010.
e@Vox Populi
Asunto: cigarrillos sin humo
Lo que no te platican, mi querido Enrique, es que los suecos que usan el snus tienen, por lo general, el índice y el pulgar ennegrecido, y lo que es peor, los dientes podridos por el uso de esta “maravilla”. No ensucian el aire, es cierto.
Ofelia Iszaevich/Cuernavaca
Mi estimado Enrique: te oí en el programa De Una a Tres hablar del cigarro sin humo, pero no dijiste dónde lo consigo. Luego te leí en La Jornada, escribiste de lo mismo. ¿Dónde lo compro? Empecé a fumar después del 2 de octubre, no se olvida.
Felipe Vega/Cozumel
R: Queridos amigos: comenté en el programa de Jacobo y en La Jornada el tema de la nueva ley antifumadores del Distrito Federal, pero no recomendé el tabaco en ninguna de sus formas. Al contrario, soy ex fumador desde hace 12 años e hice una invitación pública a superar el vicio. El snus –una bolsita con tabaco parecida a las de té que se pone en la boca, generalmente pegada a la encía– es muy popular en Suecia y otros países de Europa. En América no se ha popularizado, hasta hace poco lo más cómodo era comprarlo por Internet. Sin embargo, hay noticias y creo que son malas para la salud pública: Phillip Morris –la empresa representada en México por Cigatam– comenzó el mercadeo del Marlboro Snus en algunas ciudades de Estados Unidos. No tardará en comenza a venderse también en México.