Es noche de jueves “habrá licencia” en el Teatro de la Ciudad, invita la cantautora

Mis pecados son totalmente placenteros; así es como me gusta, dice Astrid Hadad

Arturo Cruz Bárcenas

“Aquí lo que hacemos es dar placer; dudo que desde un escenario pueda hacerse una revolución... tal vez Brecht. Lo más que podemos hacer es enaltecer el alma de las personas, porque fuera de eso no somos ningún peligro”, expresó Astrid Hadad, quien en conferencia de prensa invitó a “pecar divinamente” al presenciar su nuevo show titulado Divinas pecadoras, que presentará hoy (jueves 4) en el Teatro de la Ciudad.

Divinas pecadoras permite a Hadad reforzar sus convicciones sobre el teatro-cabaret, que ha trascendido las fronteras de México, pues en más de dos décadas de trayectoria profesional lo ha difundido en más de 20 países. Astrid está en “el altar de la encarnación sintética de la cultura popular mexicana”, se define a sí misma en un comunicado.

La noche del jueves “habrá licencia para pecar; el telón se levantará para dar paso a Divinas pecadoras, en el que aparecerán las principales divinidades femeninas del Universo” y las “mezclas con las pecadoras. Ese es el eje: una invocación a la fuerza femenina para cambiar al mundo, para que haya más generosidad y menos corrupción”.

Añadió que todo será a ritmo de bolero y son cubano, con arreglos muy especiales, además de la clásica canción mexicana y milongas con un humor barroco y lúdico. De origen “libanés-maya” (nació en Chetumal), dijo que es “producto de una tierra de huracanes, ciclones y tifones”.

Sus padres fueron comerciantes dueños de una miscelánea, donde se vendía de todo y había de todo tipo de sabores y colores. Eso en medio del trópico, ligado a la exuberancia. Esa fue la sólida base sobre la que desarrolló espectáculos como La mujer ladina, Heavy nopal, La monja azteca, Apocalipsis ranchero, Ni adentro ni afuera, o La multimamada, además de Cartas a Dragoberta, Pecadora, Faxes a Rumberta y Arrastrando el siglo XX, Amores pelos y ¡Oh! Diosas, entre otras, todas de su autoría.

En la rueda de prensa, realizada en el escenario del Teatro de la Ciudad, montó una escenografía para mostrar un poco de lo que el público verá hoy. Entre arias, sones jarochos, un coctel y unos sillones para atmósfera lounge, llegó ataviada con uno de los diseños que le han dado personalidad y que resaltan su figura de diva azteca.

Se encadenó a unos postes y proyectó una imagen de mujer esclavizada, sufrida, que no es dueña de su cuerpo ni de su voluntad. Una pecadora subyugada, pero dadora de placer.

“Seré volcán”

Los fotógrafos se dieron vuelo con la actriz-pecadora; ella invitó a “pecar divinamente. Van a ver ocho músicos en escena. En un momento saldré con un traje con el que seré un volcán”.

Entró en materia: “Quien no ha pecado no ha vivido; eso sí se los puedo decir, y quien no ha pecado como diosa, menos. Mis pecados son totalmente… placenteros. Así es como me gusta pecar, gozando, si no qué chiste tiene, porque hay quienes pecan, pero tienen el nudo en la garganta, del miedo, como (Vicente) Fox, que no creo que tenga tanto, pero eso sí es pecar.

“Mis pecados son casi veniales, la verdad. Yo no me arrepiento de nada; al contrario. ¿Quién se arrepiente de pecar? En mi espectáculo voy a instigarlos a pecar, porque es lo único que nos salva en este país, de todo lo que vivimos: pecar gozando. El humor es lo único que nos salva. Los voy a rumbear, los voy a rancherear, los voy a sonear, ahora sí que como en miscelánea.

“En este espectáculo va a haber de todo. Quien venga la va a pasar muy bien y se va a sentir en el cielo y en el infierno, porque el infierno esta hecho especialmente para pecadoras, porque no hay pecadora sin fuego, y yo soy fuego completa”, dijo mientras su rostro expresaba un éxtasis.

Remató: “soy totalmente ardiente”. Con su vestido, precisó, denota algo “absolutamente fogoso. Lo soñé, porque hay unos vestuarios que sueño. Me imaginé saliendo de un volcán. Yo soy un volcán en erupción. Van a ser 14 cambios de vestuario”.

Pidió al público que vaya acompañado, pues no se peca igual solo que acompañado. “Claro que habrá una sátira a algunos funcionarios. Hay tela de donde cortar, por supuesto. Claro que no hay problema, pues nunca se ha hecho una revolución desde el cabaret.”

Anunció que en octubre-noviembre irá a China (Macao) a presentar algo de su producción, “algo totalmente ranchero”. Ya está escribiendo otro show, expuso.

Astrid Hadad presentará hoy el espectáculo Divinas pecadoras (“Una joya de las pocas que quedan”), en el Teatro de la Ciudad, a las 20:30 horas. Boletos en Ticketmaster, 5325-9000, y en las taquillas del teatro.