Washington destinaría mil 400 millones de dólares en dos años
El plan antidrogas para México será superior al de Colombia
Lo promueven las autoridades y elogian la labor de Calderón en la lucha antinarco
Nueva York, 3 de octubre. El plan bilateral antidrogas que aparentemente ha sido finalizado y está integrado a un proyecto de ley para financiarlo, se promueve aquí en medio de elogios oficiales acerca de los grandes avances de México en la lucha contra el narcotráfico y la promoción del papel anticrimen de las fuerzas militares mexicanas y latinoamericanas.
Si el plan final resulta de las dimensiones que algunos funcionarios han filtrado, sería la iniciativa estadunidense más grande de lucha antidrogas en el extranjero desde el Plan Colombia lanzado en 2000.
The Dallas Morning News reportó que el plan propone asistencia estadunidense a México por un total de por lo menos mil 4oo millones de dólares en un periodo de dos años (se supone que son años fiscales). The Washington Post, citando a una fuente oficial no identificada, reveló que el plan consiste en dos fases, la primera enfocada en asistencia de capacitación y equipo por un total de casi mil millones de dólares.
Además, citando fuentes gubernamentales, pero sin confirmación oficial, el News informa que la propuesta ya se encuentra integrada a un proyecto de ley más amplio sobre gasto militar que está pendiente en el Congreso estadunidense.
El monto de asistencia antidrogas de Estados Unidos a México durante los últimos seis años ha sido, en promedio, de aproximadamente 40 millones de dólares por año. Si se confirma el total reportado por The Dallas Morning News para este nuevo plan antidrogas, eso implica unos 700 millones por año, una cantidad 17 veces mayor que la cifra anual anterior.
Fuentes oficiales de ambos países aún rehúsan confirmar los detalles del plan y en qué “vehículo” legislativo está integrado. La canciller Patricia Espinosa afirmó a La Jornada, la semana pasada, que la negociación estaba en su “fase final”, y confirmó que el plazo de operación de la iniciativa sería de dos años.
La probación tardará semanas o meses
Al mismo tiempo, hay indicadores de que este programa de asistencia bilateral no será inaugurado en un futuro inmediato. El proceso legislativo de los proyectos de ley donde se supone que está integrado; podría tardar semanas o meses antes de ser sometidos a debate y votación en las dos cámaras del Congreso en este país.
Sin embargo, en días recientes se han difundido noticias oficiales que cultivan el clima político en este país para generar apoyo a esta iniciativa. El ejemplo más reciente es que el martes pasado la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas de la Casa Blanca informó que se registró un desplome en la oferta de cocaína en 37 ciudades estadunidenses, que el precio de esta droga casi se ha duplicado en algunos lugares y el promedio nacional se incrementó de 95.89 dólares por gramo en el primer trimestre del año a 118.70 dólares en el segundo trimestre.
Atribuyendo el desplome de la oferta de cocaína a los esfuerzos de México y Estados Unidos, John Walters, zar antidrogas de la Casa Blanca, afirmó que “este es progreso histórico. Jamás hemos trabajado tan bien juntos”, dijo a The Washington Post.
Walters aprovechó la oportunidad para mencionar el programa de cooperación bilateral con México. “Estamos a un par de días” de emitir detalles sobre el plan bilateral antidrogas, dijo, y agregó que “estamos finalizando cosas” entre ambos gobiernos, reporta el Post.
Walters declaró en San Diego, al presentar la estrategia antinarcóticos para el suroeste, que “asegurar nuestras fronteras es alta prioridad para el gobierno de Estados Unidos”, y manifestó que la violencia, el crimen y la corrupción en la frontera sur han afectado a ciudadanos de ambos lados de la frontera. “Tenemos una responsabilidad compartida con México para abordar este problema”, afirmó.
Como informó La Jornada el martes, la oficina antinarcóticos de la Casa Blanca reveló que “estamos asistiendo a México para establecer un centro de comando, control e inteligencia”. La estrategia antinarcóticos para la región del suroeste fue recién enmendada para incorporar la mención de mayor coordinación con México en la frontera después que una investigación de una agencia del Congreso identificó la falta de cooperación suficiente como falla central de la iniciativa.
Elogian compromiso de Calderón
El gobierno de Felipe Calderón también ha sido elogiado en semanas recientes por legisladores y diversas agencias del gobierno estadunidense, por demostrar un compromiso “sin precedente” en la lucha antidrogas. Altos mandos en el Pentágono han expresado su aprobación, indicando el despliegue de unos 25 mil efectivos en la lucha antidrogas en México como señal muy positiva. El general Victor Renuart, jefe del Comando Norte, entre otros, ha indicado que los militares estadunidenses están preparados para prestar cualquier apoyo a estas iniciativas.
En tanto, la agencia Reuters informó que el Pentágono percibe al crimen y el narcotráfico en América Latina como el problema de seguridad más importante para la región, y considera que los militares, en lugar de las fuerzas policiacas, son los indicados para enfrentar ese reto.
Un alto oficial del Pentágono no identificado, quien acompañó al secretario de Defensa, Robert Gates, a una gira latinoamericana esta semana, declaró a Reuters que aunque en los 80 y los 90 se prefería “divorciar a las fuerzas militares de funciones policiacas” –ya que ese es el modelo estadunidense donde, por ley (con excepciones muy limitadas), a los militares se les prohíbe ejercer funciones de seguridad pública dentro del país– en algunas naciones, como México, no hay la capacidad policiaca adecuada para enfrentar el problema.
Con un creciente énfasis en el tema de “seguridad fronteriza”, intensificado por la cúpula política con ayuda de algunos medios durante los años recientes, y con el creciente coro oficial de aprobación a las acciones antidrogas del gobierno mexicano, varios observadores aquí expresan optimismo de que el plan antinarcóticos será aprobado y con ello se anunciará el inicio de una “nueva era de cooperación”. Otra vez.