México y La Habana ya superaron la crisis de su relación, considera el embajador

EU, el primero que fomenta que cubanos migren a su territorio: Aguilera de la Paz

José Antonio Román

Después de un “periodo difícil” en las relaciones diplomáticas entre México y Cuba, ambos gobiernos recorren ahora un camino hacia la normalización “que todavía no está completa”, reconoció el embajador de Cuba en México, Manuel Francisco Aguilera de la Paz, quien dijo que el migratorio es uno de los grandes temas pendientes en la agenda bilateral.

Entrevistado luego de anunciar que el gobierno de su país presentará el próximo 30 de octubre ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un proyecto de resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace 47 años aplica Estados Unidos contra la isla, el diplomático citó que los daños ocasionados al pueblo cubano por esta “injusta y criminal” decisión por los gobiernos estadunidenses llegan casi a los 90 mil millones de dólares.

En la sede diplomática fue presentado a funcionarios de Naciones Unidas en México, algunos embajadores, intelectuales, académicos e integrantes del Movimiento de Solidaridad con Cuba, un largo documental sobre las repercusiones del bloqueo económico y otros “actos terroristas” y de “sabotaje” alentados y financiados desde Estados Unidos, así como la decisión del pueblo cubano de resistir y salir adelante.

En entrevista posterior, y al referirse a la decisión de los gobiernos de México y La Habana por normalizar las relaciones diplomáticas, dijo tener la certeza de que “no habrá nada ni nadie que podrá debilitar las excelentes relaciones de hermandad que existen históricamente entre nuestros dos pueblos”. Aguilera de la Paz insistió en que ambos gobiernos “estamos recorriendo el camino hacia la normalización de las relaciones”.

No obstante, precisó que hasta el momento no está confirmada alguna visita del presidente Felipe Calderón a Cuba, pero que cuando las relaciones estén “totalmente normalizadas”, sin duda será una posibilidad que en su momento será bienvenida en Cuba.

Al referirse a las recientes declaraciones del cónsul estadunidense en La Habana, de que México se ha convertido en el trampolín de la migración cubana hacia Estados Unidos, consideró que el aumento de la migración de los isleños a nuestro país se debe sobre todo a los efectos de la llamada Ley de Ajuste, que data de 1966, según la cual cualquier originario cubano que llegue a territorio estadunidense, por cualquier vía, puede obtener la residencia permanente en un año, aun cuando estos migrantes indocumentados sean delincuentes.

“Este es un estímulo a la migración ilegal, eso lo hemos denunciado constantemente en todos los foros internacionales, y mientras eso no se resuelva habrá problemas, incitación a violar las leyes y también habrá muertes en el intento de llegar a ese país que se presenta como una maravilla, como el paraíso, y donde muchos latinoamericanos, no sólo cubanos, quieren vivir para mejorar supuestamente sus condiciones de vida”, criticó el diplomático.

Aguilera de la Paz sostuvo que cuando estos “privilegios exclusivos” que tienen los cubanos cesen se podrá resolver de fondo el problema. Aún así, estimó que la migración es un tema pendiente en la agenda bilateral con México para resolver la normalización total de las relaciones.

Dijo que el gobierno de La Habana y su embajada en México han mantenido desde hace muchos años relaciones de colaboración con las autoridades mexicanas de migración, “pero es algo que tenemos que perfeccionar, algo en lo que ambas partes estamos interesados en aras de que la migración hacia Estados Unidos desde Cuba sea legal, ordenada y segura”.

Finalmente, al presentar el documental y entregar el informe 2007 del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, precisó que en esos cuantiosos daños que ha padecido el pueblo cubano no se incluyen los ocasionados a objetivos económicos y sociales del país como consecuencia de los “actos terroristas”, como tampoco la forma en que este bloqueo ha repercutido en los productos dejados de elaborar y producir en la isla. Por ejemplo, tan sólo en 2006 las afectaciones al comercio exterior cubano como resultado del bloqueo superaron los mil 305 millones 388 mil dólares.