Ha dado al país “el más largo periodo de prosperidad en democracia”, afirma
Defiende el rey Juan Carlos la monarquía parlamentaria española
Ampliar la imagen En la Universidad de Oviedo donde ayer el rey Juan Carlos de España inauguró el ciclo escolar, un grupo de jóvenes protestó con banderas republicanas contra la presencia del monarca. En la imagen abajo, la portada del semanario de humor El Jueves que hizo alusión a las crecientes críticas de los detractores de la Casa Real Foto: Reuters
Madrid, 1º de octubre. El rey español Juan Carlos realizó hoy una encendida defensa del sistema político vigente: la monarquía parlamentaria como “la base del más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vividos en España”, en un mensaje con un destinatario claro, los cientos de independentistas catalanes que en las últimas semanas han protagonizado una serie de protestas con la quema de fotografías del también jefe de Estado.
El incremento de los detractores del rey y su familia, así como las reivindicaciones de algunos partidos políticos para modificar la Constitución con el propósito de arrebatarle al monarca y jefe del Estado español la atribución de jefe supremo de las fuerzas armadas y este cargo pase al presidente del gobierno, han suscitado “preocupación” en la Casa Real.
En un discurso por la apertura de cursos en la Universidad de Oviedo, capital de Asturias, el rey Juan Carlos instó a los centros universitarios a formar a los “jóvenes en convivencia democrática, entendimiento y respeto mutuos, tolerancia y libertad”, valores que, dijo, han hecho posible este periodo de estabilidad democrática”.
En el centro docente le esperaban miles de personas que festejaron su presencia, pero también un grupo de jóvenes republicanos que al ondear la bandera tricolor, gritaban: “España mañana será republicana”.
Esta protesta es un reflejo más de la incipiente ola de republicanismo que ha surgido en España, un país que votó en el referéndum de 1978 la monarquía parlamentaria como régimen de convivencia. El rey Juan Carlos, nombrado por el propio dictador Francisco Franco como su sucesor, asumió el cargo con el apoyo de todos los partidos políticos involucrados en las negociaciones de la transición a la democracia.
Así, ante el aumento de los detractores de la monarquía en Cataluña, donde un grupo minoritario de independentistas radicales han protagonizado diversos actos de protesta con la quema de fotografías del rey y denuncias por la falta de libertad de expresión, Juan Carlos puntualizó que “la monarquía parlamentaria que sustenta nuestra Constitución ha determinado el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vividos por España”.
El mensaje responde a la “preocupación” que hay en la Casa Real por el aumento de los detractores de una figura como la monarquía, que garantiza el derecho de sucesión al hijo del actual monarca, el príncipe Felipe, y que en ningún caso está previsto se someta a consulta popular. Los críticos argumentan además la ausencia de transparencia en las finanzas públicas de la familia Borbón, que suele hacer ostentación del lujo y la riqueza con la que viven.
Las protestas comenzaron el 13 de septiembre cuando un grupo de militantes independentistas se dieron cita en Gerona para manifestar su rechazo a la visita de Juan Carlos para inaugurar unas instalaciones de investigación científica. La más reciente se registró el sábado en Barcelona, donde unas 500 personas se solidarizaron con los dos procesados por las justicia española.
La Fiscalía General del Estado abrió un proceso penal en contra de dos jóvenes por el supuesto delito de injurias a la Corona, por quemar fotografías del monarca, y esta semana tiene previsto interrogar a otras nueve personas.
El gobierno central, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, así como los dos principales partidos políticos –Partido Socialista Obrero Español y el derechista Partido Popular– apoyaron la figura del rey y de la monarquía parlamentaria, al coincidir con el mensaje del jefe de Estado en que ha sido bajo este régimen en que España ha gozado del mayor periodo de estabilidad y prosperidad.
En este contexto, el semanario de humor El Jueves volvió a incluir en su portada una imagen que hace referencia a la Casa Real, en este caso el rey Juan Carlos, que aparece con la cabeza incendiada y con el título “El Rey, muy quemado (en el argot español, harto o desesperado)”.
Esta publicación tiene en curso un proceso penal en su contra, también por injurias a la corona, por la publicación en la portada de una caricatura en la que aparecían los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, en una imagen de alcoba con la que pretendían criticar una medida social adoptada por el gobierno.