Beneplácito de universidades particulares por plan de créditos
La medida, ante la falta de capacidad real del gobierno federal para atender la demanda de educación, señala el rector de la Uia
Ampliar la imagen El rector de la Uia, José Morales, durante la ceremonia de inicio de cursos, en agosto pasado Foto: Carlos Cisneros
Rectores de universidades particulares calificaron de “positiva” la propuesta de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para otorgar créditos educativos a estudiantes que no puedan acceder a la formación universitaria por falta de recursos, y rechazaron que se trate de un mecanismo con el que se busque “privatizar la educación superior que se imparte en el país”.
En entrevista por separado, luego de participar en la clausura del 25 aniversario de la reapertura de la Universidad Pontificia de México, José Morales Orozco, rector de la Universidad Iberoamericana (Uia), aseguró que ante la falta de capacidad “real” del gobierno federal y de la SEP para atender la demanda de espacios educativos en las universidades públicas, “este tipo de créditos se puede utilizar para que alumnos que no tienen suficientes recursos no deserten y concluyan su formación universitaria”.
Sin embargo, reconoció que sí existe el riesgo de que fondos públicos sean destinados a universidades particulares que “funcionan como negocio, y aunque la decisión de a qué institución ingresar corresponde a cada alumno, creo que este tipo de créditos deben ir empaquetados para ver a qué instituciones se destinan y a qué tipo de educación pueden acceder”.
Advirtió que si bien lo “deseable es que toda la educación fuera gratuita, aún estamos lejos de esa realidad y en el fondo, ante la falta de cobertura que tiene el gobierno para la educación, sobre todo a nivel medio y superior, no sólo la SEP, muchas instituciones, como el Banco de México, Nacional Financiera, el Fondo de Fomento para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot), instituciones bancarias y hasta las mismas universidades estamos dando facilidades de créditos blandos”.
Cuestionado sobre los riesgos de que al concluir sus estudios los egresados no cuenten con un empleo bien remunerado que les permita asumir el pago del crédito educativo, Morales Orozco señaló que “sólo los bancos otorgan créditos del cien por ciento. Por lo general se otorga sólo una parte de la inversión, pues tan sólo en la Uia una licenciatura cuesta en promedio 350 mil pesos, y si el alumno que egresa consigue un trabajo donde percibe siete u ocho mil pesos mensuales, ¿cuándo va a acabar de pagar?”
En contraste Alejandro Gertz Manero, rector de la Universidad de las Américas y presidente de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), señaló que con la propuesta de la SEP no se entregarán recursos públicos a universidades privadas, porque “sería como decir que el financiamiento destinado a las universidades públicas acaba en manos de quienes las manejan”, e insistió en que este tipo de controversias “a quien más ofenden, en el fondo, es a los alumnos”.
Afirmó que otorgar créditos blandos a estudiantes de escasos recursos para que continúen su formación universitaria es “indispensable”, pues el sistema educativo del país “no puede crecer si no establecemos un sistema de apoyos financieros que no sólo contemplen programas de becas” y destacó que con esta medida no se “financia a las universidades particulares, sino a los estudiantes”.
Agregó que este programa también fortalecerá el derecho de todos los mexicanos a tener acceso a la educación, porque “no podemos caer en distingos ni discriminaciones entre alumnos que van a universidades públicas o privadas”, y enfatizó que todo estudiante que no tenga recursos para continuar sus estudios, sin importar el tipo de institución, “pero (que sea) de calidad, debe ser apoyado por el Estado”.