La inequidad restringe el proceso de conocimiento, afirma José Luis Machinea
Cepal: la pobreza y desigualdad en AL no corresponden al grado de desarrollo
La región ha sufrido costos económicos y sociales derivados de la inestabilidad
Los países de América Latina registran altas tasas de pobreza y desigualdad en relación con su nivel de desarrollo, advirtió este sábado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“La inequidad no sólo conspira contra la reducción de la pobreza, sino que se transforma en una restricción al propio proceso de conocimiento”, manifestó José Luis Machinea, secretario ejecutivo del organismo, en una declaración al término de un seminario organizado en Lima, Perú, por la Cepal y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el foro, el organismo latinoamericano pugnó por dar una mayor participación al Estado en los procesos económicos y a que los países de la región desarrollen políticas “contracíclicas” que apoyen el proceso de crecimiento en periodos de menor actividad económica.
Los datos más actualizados de la Cepal revelan que en la región 39.8 por ciento de la población, esto es, 209 millones de personas, que equivalen al doble de la población de un país como México, vive en condiciones de pobreza y 15.4 por ciento de los latinoamericanos, 81 millones de personas, están en situación de pobreza extrema o indigencia.
Estas cifras, de acuerdo con la Cepal, muestran que la región ha demorado 25 años en reducir la incidencia de la pobreza a los niveles que se registraban en 1980.
“Para alcanzar un crecimiento económico sostenido con aumentos de la productividad y de la equidad, las políticas públicas en América Latina deben orientarse a reducir la heterogeneidad estructural existente en nuestras economías. Esta heterogeneidad aumentó considerablemente en los noventa, dado que los distintos agentes económicos enfrentaron en condiciones desiguales las profundas transformaciones que se produjeron en ese período, por lo que su adaptación también fue desigual”, según la declaración de Machinea, distribuida este sábado por la Cepal.
Añadió que la región ha sufrido como ninguna otra los costos que, en términos económicos y sociales, acarrea la inestabilidad. Por esto, al tradicional objetivo de mantener una macroeconomía que apunte a controlar la tasa de inflación, se suma la necesidad de tornar menos volátiles los procesos de crecimiento a través del uso de instrumentos contracíclicos, es decir, que apoyen el crecimiento en momentos de menor actividad económica. Estos instrumentos, dijo, deben incluir a la política fiscal, la monetaria y cambiaria.
Por otra parte, la desigualdad que caracteriza a la distribución del ingreso en América Latina genera una alta demanda de políticas públicas redistributivas, ya sea mediante las diferentes alternativas de políticas sectoriales incorporadas dentro del gasto público o a través del impacto generado por la modalidad adoptada para su financiamiento, agregó.
Equidad, necesaria para lograr consensos para ejecutar políticas para el crecimiento
Aumentar la equidad es una condición para mejorar la cohesión social de la región, lo cual a su vez, es una condición para lograr los consensos necesarios para diseñar y ejecutar ciertas políticas que son esenciales para avanzar en un crecimiento sostenido, dijo.
Machinea resaltó que durante el seminario organizado por la Cepal y el FMI, el organismo latinoamericano pugnó por una mayor presencia del Estado que lo que se pregonaba en los noventa. “Se resaltó la necesidad de contar con instituciones que ayuden a reducir las posibilidades de captura del Estado, ya sea por parte del sector privado como por parte de ciertos actores políticos”, abundó.
“En América Latina y el Caribe se hace necesario modernizar las instituciones mediante la búsqueda creativa y el encuentro de soluciones propias, adecuadas a la competencia en la economía global, pero sin perder de vista que la gobernabilidad política y la construcción de consensos son ingredientes esenciales para la profundización de reformas institucionales que contribuyan al desarrollo y a una sociedad más equitativa”, manifestó el secretario ejecutivo de la Cepal.
La generación de consensos, que es central para darle a las reformas legitimidad política y social y con ello generar señales de continuidad, requiere de acuerdos sociales y políticos. Como se hizo hincapié en las presentaciones del seminario, mencionó Machinea, los acuerdos políticos tienen como actores principales a los partidos políticos y a los representantes del pueblo elegidos democráticamente, en particular a los parlamentarios.
“Nos encontramos, como hemos señalado anteriormente, ante una coyuntura económica única en una región que ha afianzado y profundizado su proceso democrático en los últimos años. De todos nosotros y en particular de quienes nos representan en los poderes ejecutivos y legislativos depende que esta región pueda, a diferencia del pasado, aprovechar a cabalidad la oportunidad que tiene por delante”, finalizó.