Son insuficientes ante la corrupción, advierte Pablo Gómez
Se fortalecerán las medidas para fiscalizar gasto público
Por unanimidad, el Senado de la República aprobó ayer las modificaciones constitucionales en materia de gasto público que fortalecen las facultades de fiscalización del Congreso a través de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), aunque el Partido de la Revolución Democrática (PRD) las consideró insuficientes para atacar la gran corrupción en los tres niveles de gobierno.
La criminalidad más organizada e impune en el país no son los narcos, ni las bandas de secuestradores y ladrones de autos; “lo que más sangra las finanzas públicas” es la llamada delincuencia de cuello blanco, advirtió en tribuna el senador perredista Pablo Gómez.
Sostuvo que el Estado mexicano cuenta con muy pocas armas para atacar ese enorme desvío de recursos, ya que la ASF y las 32 auditorías de las entidades no tienen recursos suficientes ni capacidad legal para perseguir y llevar ante los tribunales a los presuntos delincuentes.
“Luego, tenemos un auditor –Arturo González de Aragón– que se aventó la puntada de ampararse en contra de la Cámara de Diputados”, cuando el órgano legislativo decidió impedir que despachos de familiares suyos intervinieran en el trabajo que lleva a cabo.
El perredista insistió en que las reformas son superficiales mientras la Auditoría Superior de la Federación no sea un órgano independiente que permita realmente abatir la corrupción. Planteó la necesidad de que la Cámara de Diputados tenga en el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas su órgano técnico para poder llevar a cabo la evaluación política de los programas presupuestales.
En nombre de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), el senador Fernando Elizondo dijo que “aunque nunca se va a lograr un sistema que garantice de manera perfecta la aplicación al centavo del gasto público”, se puede avanzar en esa dirección.
El legislador panista coincidió con Gómez Alvarez en la necesidad de crear un órgano adicional a la Auditoría Superior, dedicado a identificar, perseguir y asegurar que se castigue la corrupción. Se requieren “campañas intensas para inculcar los valores de honestidad y civismo”.
Gómez Alvarez le respondió que ello “no sirve de nada”, pues los que se roban los dineros públicos no se van a conmover con campañas en radio o televisión. La cultura de la honradez se genera a partir de la honradez”.
Lo bueno, agregó, es que Elizondo aceptó la invitación de “ponernos a trabajar en una reforma orgánica, institucional, del sistema de fiscalización del país”.
La reforma a los artículos 73, 74, 79, 116, 124, 134 y 136 constitucionales fue aprobada en lo general por 118 votos a favor y ninguno en contra. En lo particular, el senador perredista se abstuvo en uno de los artículos, el 79, por considerar que vulnera la autonomía de los estados.
Con esta última reforma, el Senado aprobó por completo la reforma fiscal, la que, según declaró el presidente de la Comisión de Hacienda, el panista Gustavo Madero, no provoca desigualdad entre los estados.
En conferencia de prensa, Madero rechazó las quejas del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y de la dirigencia del PRD, de que se otorgan menos recursos a la capital del país.
El legislador panista sostuvo que el DF recibirá 7 mil millones de pesos más con la reforma fiscal, toda vez que en lugar de los 42 mil 311 millones que se habrían canalizado sin esa reforma al gobierno capitalino, tendrá 49 mil 800 millones de pesos.
La queja de Ebrard Casaubon en el sentido de que su gobierno fue discriminado “está muy lejos de la verdad, porque el Distrito Federal a todas luces es el gran ganador de la reforma fiscal”, concluyó.