Reconoce Ejecutivo local trabajo de legisladores por aprobación de reformas y leyes

Sorteó Ebrard cuatro horas de arengas, recriminaciones y ratas

Perredistas subrayan a panistas legitimidad del proceso de elección del jefe de Gobierno

Raúl Llanos y Angel Bolaños

Con un nuevo formato, que buscó socavar la figura del mandatario capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon logró sortear, a lo largo de cuatro horas de debate, las embestidas de la oposición: las arengas encendidas de los diputados panistas; las intervenciones irónicas, y por momentos chuscas, de los priístas; las exigencias de renuncias de sus funcionarios por parte del Panal, y los reclamos airados de la Coalición Socialdemócrata.

Pero en su comparecencia, el jefe de Gobierno también recibió el respaldo de los pevemistas hacia acciones realizadas y, sobre todo, una verdad irrefutable esgrimida por el perredista Avelino Méndez y que caló hondo entre los legisladores panistas: “por su legitimidad, usted sí puede presentarse ante esta soberanía, ante los ciudadanos que lo eligieron, y no llegar escudado por militares y andar a salto de mata como un ratero”, en clara alusión a Felipe Calderón, aludido en más de una ocasión en el pleno de la Asamblea Legislativa al grito de “espurio… espurio… espurio…”

En este contexto empezó y transcurrió el primer Informe de Gobierno de Marcelo Ebrard, en el que resumió los resultados obtenidos en sus nueve meses y 12 días al frente de la administración capitalina, acto en el cual fueron testigos los dirigentes nacionales y locales de todos los partidos políticos; diputados federales, senadores de la República, empresarios, servidores públicos, y los gobernadores de Zacatecas, Amalia García; estado de México, Enrique Peña, e Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong.

180 mil millones de cucarachas

Al iniciar sus primeros 30 minutos de intervención, el mandatario local no dejó pasar la ocasión y, en un nivel debajo del cual siempre habían hablado los gobernantes de esta ciudad en el recinto de Donceles y Allende, no sólo reconoció a los diputados por haber aprobado ese formato del informe –“es un avance importante en beneficio de una verdadera deliberación política de cara a los ciudadanos”–, sino también por las reformas legales en materia de aborto y la Ley de Sociedades de Convivencia.

Desde ese momento comenzaron a medirse las fuerzas en el pleno. Por una parte, la mayoría reconocía con aplausos los avances obtenidos en el gobierno de izquierda de esta capital y, por la otra, la estrategia de la bancada del PAN, que en toda la comparecencia colocó distintas cartulinas en sus curules, criticando los resultados enlistados por Ebrard, como: “Ya gobierna para todos” y “Apoyos sociales, no clientelares”.

En la corraleta del PRD, el secretario del sol azteca en el DF, Carlos Reyes Gámiz, improvisó una hoja y una leyenda: “No al sabotaje del PAN al GDF”, acompañado del consabido grito de los perredistas: “duro…duro…”, y “Marcelo…Marcelo…”

Los posicionamientos de diputados en el pleno transitaron de las recriminaciones y los reconocimientos a la chunga. Jorge Carlos Díaz, de la Coalición, se quejó de que, siendo aliados, se les ha golpeado políticamente, y coincidió con el panista Jorge Triana en que era hora de que Ebrard cortara el cordón umbilical que lo ataba a Andrés Manuel López Obrador, al ex regente Manuel Camacho Solís y a Elba Esther Gordillo.

Xiuh Guillermo Tenorio fue directo y pidió la renuncia del titular de Desarrollo Social, Martí Batres, por manipular los programas sociales. Le siguió el priísta Jorge Schaffino, quien causó hilaridad al citar con la precisión de los especialistas que esta ciudad enfrenta la invasión de 180 mil millones de cucarachas y 45 millones de ratas.

Ebrard le otorgaría más tarde la categoría de “especialista en ratas de la ciudad”. Cerró el perredista Avelino Méndez, quien contrastó las dos formas de gobierno, la del PAN y la del PRD.

En su réplica, Marcelo Ebrard se comprometió a respetar la vida interna de todos los partidos en el DF; rechazó injerencia alguna de López Obrador en el gobierno local y rechazó la renuncia de Batres, pues no hay elementos que indiquen mal manejo de los programas sociales, y para contrastar pidió ver cómo opera el programa federal de Oportunidades.

A Triana le restregó de nuevo: “la elección por la que estoy aquí no fue impugnada y fue una elección legítima”, y pidió dejar de estar “obsesionados” con la figura de López Obrador.

La puntilla se la dio a Margarita Martínez, también del PAN, quien le preguntó qué intereses lo mueven a apoyar la Torre Bicentenario. Directo, Ebrard respondió: “A mi campaña, ningún integrante del Grupo Danhos dio un centavo; a la de (Felipe) Calderón sí”.

Un grito retumbó en el pleno y selló esta comparecencia: “espurio…espurio…”