Fue un contraste en el que se evidenció la existencia de dos Méxicos, señala
Vergonzoso, que Calderón haya dado el Grito con un cerco militar: AMLO
Ampliar la imagen Rosario Ibarra de Piedra acompañó en su recorrido a Andrés Manuel López Obrador Foto: La Jornada
San Juan Bautista Cuicatlán, Oax., 16 de septiembre. En el Grito de Independencia en el Zócalo capitalino quedó claro que hay dos Méxicos, “el del pelele Calderón, rodeado de militares, y el de las mujeres y hombres libres que quieren un verdadero cambio en el país”, enfatizó aquí Andrés Manuel López Obrador, quien advirtió que “si nos quitaron la Presidencia, no nos van a quitar el derecho a la esperanza”.
López Obrador destacó que esta división que se dio en la plancha del Zócalo obedece a la presencia de un “gobierno usurpador” que tiene bajo su mando un “aparato burocrático, pero que no cuenta con el apoyo del pueblo”; un gobierno, dijo, sostenido por un aparato de fuerza y por los medios de comunicación, “principalmente por la televisión”.
Calificó de “vergonzoso” que haya tenido que darse el Grito de Independencia en la ciudad de México en medio de un cerco militar: “ya sólo falta que el pelele Calderón acuda a sus actos dentro de un tanque de guerra”, ironizó.
López Obrador cumplió aquí con la visita número 800 al mismo número de municipios del país, y lo hizo acompañado en esta ocasión de la senadora Rosario Ibarra de Piedra, quien tuvo a su cargo la arenga del 15 de septiembre en la otra mitad del Zócalo, “la que le dio la espalda a Palacio Nacional”, y del también senador Gabino Cué Monteagudo, quienes acompañaron al tabasqueño en una visita que le hizo en la cárcel ubicada en este municipio a Flavio Sosa, líder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxcaca (APPO).
Luego del encuentro de apenas 15 minutos, López Obrador explicó que ambos senadores impulsan las negociaciones para que el juicio de Sosa se lleve a cabo en el marco que establece la ley.
Lamentó que los jueces hubiesen tergiversado las pruebas y frenado el proceso “de un luchador social, hoy un preso político, que no merece estar encarcelado; es ridículo lo que están haciendo las autoridades, y condenable lo que promovió el gobernador ladrón y autoritario, Ulises Ruiz, que hizo gala de su fama de represor y corrupto con el apoyo del pelele Calderón”.
Sostuvo que esta connivencia con Calderón es parte de los acuerdos a los que llegó el “gobierno usurpador con el PRI para asegurarse, a cambio de dar protección a Ulises Ruiz y al gobernador de Puebla, Mario Marín, el apoyo del tricolor a sus reformas legislativas, como se demostró en la aprobación del aumento a las gasolinas y todo tipo de enjuagues”.
López Obrador insistió en condenar la actitud de los jueces y la corrupción en la aplicación de la justicia en México, que sirve “para defender al poderoso, condenar a quien no tiene recursos para comprar su inocencia y castigar al inocente, al que lucha en favor del pueblo”.
El político tabasqueño comentó que Flavio Sosa se encuentra de buen ánimo, “porque sabe que éstas son situaciones a las que se debe enfrentar una persona que, como él, trabaja en favor de los mexicanos”.
En el cuarto día de gira por Oaxaca, López Obrador se reunió con los mixtecos de Santa María Texcatitlán, ante quienes mencionó la “aberrante conducta” de Felipe Calderón, “quien no logra legitimarse y tuvo que recurrir a cinco mil militares y a dividir con vallas el Zócalo de la ciudad de México para conmemorar un año más del inicio de la gesta de Independencia”. Fue un contraste, dijo, en el que se evidenció la existencia de dos Méxicos.
A los indígenas de la región de La Cañada les dijo que de este movimiento que encabeza y que lo ha llevado a visitar ya 800 municipios depende que se pueda sacar al país de la pobreza y la marginación.
Reiteró que es indispensable un cambio de fondo, porque no es posible continuar con la misma política económica que abandona a los productores del campo y lastima la economía de todos los mexicanos; volvió a mencionar a aquellos que “se dejaron engañar” en la pasada elección y votaron “por la palabra de un vil mentiroso como es el pelele Calderón”, y aseveró que esta lucha no es sólo por los mexicanos de hoy, sino por los que vienen detrás.
López Obrador continuará las próximas dos semanas una serie de visitas a diversos municipios de Puebla, así como con la promoción del empadronamiento de simpatizantes del “gobierno legítimo”, de los cuales se han credencializado poco más de un millón 600 mil en apenas seis meses de una meta establecida por el propio ex candidato pesidencial de cinco millones de afiliados, pues, según dijo, “ellos nos robaron la Presidencia de la República porque son unos ladrones, pero también porque nos faltaba organización y por eso la estamos haciendo desde ahora, con tiempo”.