Los organismos que integran el CCE externan su rechazo a la reforma fiscal
Malestar empresarial por el IETU; se contraerá inversión en 2008, advierten
Paredes Arroyo: el nuevo impuesto se convertirá en obstáculo para la competitividad
La ANTAD dice que los precios de todos los productos podrían incrementarse 5 o 6%
Los 12 organismos que integran el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) manifestaron ayer su inconformidad con las modificaciones hacendarias aprobadas por el Poder Legislativo, que fijan la tasa del impuesto empresarial a tasa única (IETU) en 16.5 por ciento para el siguiente año, mismo que aumentará paulatinamente hasta alcanzar 18 por ciento.
Armando Paredes Arroyo Loza, presidente del organismo, sostuvo que dichas modificaciones representan un obstáculo para la competitividad de los negocios, los cuales verán reducidas sus utilidades y las inversiones planeadas para el futuro.
“Este incremento significará no sólo una sobrecarga impositiva para las empresas que pagan responsablemente sus tributaciones, sino un obstáculo a la competitividad nacional, sobre todo si consideramos que las principales economías del mundo han disminuido la tasa de impuestos como medida para aumentar la recaudación y así fomentar el crecimiento y la generación de empleos”, apuntó.
Por su parte, Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), explicó que hasta el momento las reformas no dejan satisfecho al sector privado; es más, dijo, “rompen un acuerdo previo con las autoridades que participaron en el diseño de los cambios”. Según dicho acuerdo, las transformaciones al sistema tributario no tocarían a aquellas personas que estaban al corriente del pago de sus obligaciones.
El representante del sindicato patronal añadió que al final ni la Secretaría de Hacienda ni los legisladores tomaron en cuenta que existen otros mecanismos para incrementar la recaudación, como aplicar de forma generalizada el impuesto al valor agregado (IVA) en alimentos y medicinas, además de agilizar los procesos para el pago de otros gravámenes.
En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) anunció que este año el sector dejará de invertir alrededor de 420 millones de dólares y no se podrán generar los 10 mil empleos previstos ante la incertidumbre en materia fiscal y el retraso en la probación de otras reformas estructurales.
El dirigente del organismo, Vicente Yáñez Solloa, advirtió que podría producirse un incremento de precios de 5 a 6 por ciento en todos los productos si la Secretaría de Hacienda no considera los inventarios de 2007 y 2008 en el periodo de transición para la aplicación del IETU.
El empresario señaló que los socios de la ANTAD decidieron detener las inversiones proyectadas para el año en curso ante la incertidumbre generada por la reforma fiscal. “Los inversionistas no tienen claro qué trato se les va a dar y eso genera desconfianza”, por lo que de los 2 mil 980 millones de dólares que se destinarían a la creación de nuevas tiendas sólo se aplicarán 2 mil 560.
Esto, añadió Yáñez Solloa, significa un ajuste a la baja en las proyecciones de crecimiento del gremio de 2.5 por ciento inicial a sólo 1.5 en el caso de las tiendas “iguales” (las creadas este año), y de 11 por ciento a 10.2 por ciento para las tiendas “totales” (todas las existentes en el mercado).
Advirtió que si la Secretaría de Hacienda no cumple el compromiso de emitir un decreto para dar un trato transitorio a los inventarios en la aplicación del IETU, los precios de todos los productos se incrementarán entre 5 y 6 por ciento. La solución, aseveró, radica en que Hacienda permita deducciones para las ventas de mercancías de inventarios. De lo contrario, las tiendas tendrían que repercutir el IETU a los consumidores, se descapitalizarían y para el próximo año no habría inversión, concluyó.