Deja molestia en Sydney la excesiva seguridad para Bush
Sydney, 9 de septiembre. Los habitantes de Sydney se preguntaban hoy si era necesario convertir la mayor ciudad australiana en una fortaleza de acero para proteger al presidente estadunidense, George W. Bush, y al resto de delegados del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que acudieron a la cumbre celebrada esta semana. El mayor susto para la seguridad del encuentro se produjo cuando un grupo de graduados en derecho de la Universidad de Sydney acercó una falsa caravana de vehículos con banderas canadienses a unos metros del hotel donde se encontraba Bush. Fueron arrestados y se les advirtió que podrían haber sido facilmente abatidos por francotiradores colocados en los tejados, que los confundieron con terroristas. Aunque quizá la imagen más perdurable de la cumbre será la un hombre de 52 años, lanzado al suelo por cruzar una calle cerrada con su hijo de 11 años. Los ciudadanos se preguntan si era necesario tener helicópetros Black Hawk sobrevolando la zona además de 4 mil 500 efectivos de seguridad, 5 kilómetros de alambrada de acero de 2.8 metros de altura y carreteras, estaciones de ferrocarril cerradas e incluso el icono de la ciudad: la Opera House. “No creo que hayamos vivido en un estado policial”, dijo el comisario, Andrew Scipione, en respuesta a las protestas por la supuesta exagerada seguridad. “Donde hemos vivido es en un área que requería protección especial y eso es lo que tuvimos”, afirmó. El dirigente policial de la ciudad fue criticado al declarar que había decenas de miles de personas preparadas para saltar las barricadas e interrumpir el foro APEC. Pero resultó que sólo hubo 18 detenidos, entre ellos varios por caminar desnudos y el hombre de mediana edad Greg McLeay. “Fui arrastrado por el suelo del parking del hotel e intentaron ponerme unas esposas”, dijo. “Sólo estaba cruzando la calle, nunca me he sentido tan humillado”.