Prevé suscribir acuerdos en materia de extradición y de cooperación energética

Calderón llega a India atraído por el éxito en el desarrollo de poderosas industrias

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Nueva Delhi, 9 de agosto. A un país marcado por los contrastes, en el que conviven las tecnologías más avanzadas con la pobreza, llegó el presidente Felipe Calderón para realizar una visita de Estado tras 22 años de que lo hizo otro mandatario mexicano.

Su estancia está enfocada en conocer las claves del éxito de ese país en el desarrollo de poderosas industrias como las del software, así como del outsorcing; suscribir acuerdos de extradición, de asistencia jurídica mutua para evitar la doble tributación y de cooperación energética, así como alentar la negociación de un acuerdo en materia aduanera y de transporte aéreo.

Después de la ceremonia oficial de bienvenida, que se realizó en el palacio presidencial de Rashtrapati Bhawan, el Presidente mexicano declaró que su visita es para estrechar los lazos entre ambos países y ampliar los márgenes de comercio e inversión recíprocas para que deriven en el bienestar de ambos pueblos.

Flanqueado por la presidenta anfitriona, Pratibha Patil, y por el primer ministro Manmohan Singh, reconoció en India a una gran nación que es y será una de las más prósperas del mundo.

En la madrugada, el Presidente, su esposa Margarita Zavala y los integrantes de su comitiva fueron recibidos en el aeropuerto Indira Gandhi por el ministro de Relaciones Exteriores, Anand Sharma; por el secretario para Occidente de ese ministerio, Nalin Surie, y por el embajador de India en México, Rinzin Wadagi.

Han transcurrido más de dos décadas  desde que el entonces presidente Miguel de la Madrid visitó Nueva Delhi, cuando participó en la primera Cumbre para la Paz y el Desarme.

Los otros mandatarios mexicanos que viajaron antes a esa nación fueron: Adolfo López Mateos, en 1962; Luis Echeverría, que lo hizo en 1972 para promover su Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, y José López Portillo, quien llegó en 1981 para invitar a la primera ministra Indira Gandhi a asistir a la Reunión Internacional sobre Cooperación y Desarrollo, que se celebraría en Cancún ese mismo año.

La agenda del jefe del Ejecutivo es apretada. En dos días recorrerá, además de esta ciudad, las de Bangalore y Mumbai, donde se reunirá con distintos líderes del gobierno, inaugurará dos exhibiciones de arte y visitará las empresas insignia de este país, de los ramos del software y farmacéutico.

En el diario The Hindu, Calderón publicó este día un artículo donde señala que la relación bilateral no ha alcanzado su verdadero potencial, y que “México e India pueden hacer mucho más”, ya que su volumen anual de comercio, de 18 mil millones de dólares anuales, puede ser triplicado en pocos años.

Extrañamente, el mandatario mexicano no tiene previsto acudir al Taj Mahal, joya de mármol blanco, que como símbolo de la India es visita obligada de jefes de Estado y de todo aquel que aprecie la cultura de este país. Aunque su esposa Margarita Zavala sí lo hará, y para ello viajará en una avioneta a Agra, donde se asienta este mausoleo.

India se ha convertido en un símbolo de cambio en el mundo: es el segundo país más poblado de la Tierra; el año pasado su economía registró un crecimiento récord de 9.2 por ciento, el segundo más alto después del de China; tiene una clase media de aproximadamente 300 millones de personas, y es la décima economía del mundo, con un producto interno bruto de 906 mil millones de dólares.

Entre 2001 y 2006 el intercambio comercial entre México e India creció 211 por ciento, al pasar de 579 millones de dólares en 2001 a 1.8 mil millones. Aquí invierten empresas mexicanas como Gruma.

A las nueve de la mañana (22:30 hora de México) fue recibido en ceremonia oficial en el Palacio Presidencial de Rashtrapi Bhawan por Pratibha Patil, presidenta de la República India, y Manmohan Singh, primer ministro.

Ahí estaban los secretarios de Economía, Eduardo Sojo, y de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa; la subsecretaria de la cancillería, Lourdes Aranda; el coordinador de asesores de la Oficina de la Presidencia, Dionisio Perez Jácome, y el director de Proméxico, Bruno Ferrari.

Un regimiento montado a caballo escoltó el vehículo en el que se encontraban Calderón Hinojosa y su esposa, así como la presidenta de India y su primer ministro. Posteriormente se dispararon salvas.

Se entonaron los himnos de ambos países y luego el comandante de la guardia de honor se presentó y lo invitó a pasar revista a la guardia. Posteriormente vino el protocolo en el que se presentaron las dos delegaciones de funcionarios.

De ahí se trasladó al mausoleo Raj Gat, la tumba de Gandhi, donde depositó una ofrenda floral y guardó un minuto de silencio. Él y su esposa caminaron alrededor del mausoleo, al tiempo que se esparcieron pétalos.

Al final del ceremonial, el Presidente mexicano firmó el libro de visitantes distinguidos y dio lectura a la inscripción sobre los siete pecados sociales y entregó el lienzo que la contiene.

Luego de entrevistarse con diversas autoridades y líderes políticos de India, el Presidente mexicano comenzará a desahogar una agenda enfocada a la promoción comercial. Así se reunirá con los integrantes de la Federación de Cámaras de Comercio e Industria y la Asociación de Cámaras de Comercio de India.

Al día siguiente, en Bangalore, acudirá al Electronic City, conocido como el Silicon Valley de India, para visitar las instalaciones de Biocon, Wiproe, Infosys. Después, en Mumbai, la capital financiera del país, sostendrá encuentros con ejecutivos de diversas empresas, como Grupo Birla, Reliance, Tata y Videocon.