Presenta Entre la tierra y el cielo: de lo divino a lo quimérico
Explora Humberto Ríos faceta lúdica de las fiestas religiosas
Ampliar la imagen Una imagen de la obra de Humberto Ríos Rodríguez
Crear un tiempo fuera del tiempo. Romper con la cotidianidad y dejarle una ventana abierta a lo fantástico y lo grotesco. Las festividades religiosas populares representan un espacio en donde todo ello se vuelve posible, al tiempo que se refuerzan los mitos y rituales que le dan cohesión a una sociedad.
Tal es el punto de partida del fotógrafo Humberto Ríos Rodríguez, quien ha recorrido con la cámara al hombro numerosos actos de fe en la zona sur-oriente del estado de México, y deja testimonio de ello en la exposición Entre la tierra y el cielo: de lo divino a lo quimérico, que se inauguró ayer en el contexto del festival Fotoseptiembre.
Con sólo 24 años de edad, Humberto Ríos se ha convertido en un espectador asiduo de las fiestas patronales mexiquenses desde principios de 2006. En comunidades como Atlautla, Ayapango y Amecameca, donde encontró un referente de significados en que lo religioso y lo pagano se mezclan.
Aunque en el fondo puede tratarse de una labor casi antropológica, “yo quería hacer algo más desenfadado y lúdico. Me gusta escuchar la magia de las leyendas, las historias de santos, fantasmas y apariciones”, dice el fotógrafo en entrevista con La Jornada.
En la alteración de la vida diaria que representan las fiestas, pueden verse los diversos rostros de comunidades devotas, explica. Así, por las calles aparecen las marotas, hombres vestidos de mujer que bailan en la fiesta de Todos los Santos.
“Las costumbres de los pueblos se transforman, se integran nuevos personajes, y hay temas que se empiezan a abordar ahí de una manera más abierta, como el de la homosexualidad”, afirma Ríos.
Para evitar un punto de vista simplemente folklórico de estas manifestaciones, el fotógrafo trata de buscar puntos de vista innovadores.
La sede de esta muestra es el museo-casa de Sor Juana Inés de la Cruz, Circuito Sur s/n, Nepantla, estado de México. Estará abierta hasta el 8 de octubre.