Un muro en la frontera sería un acto de racismo, denuncia el alcalde de Eagle Pass
Suman 19 migrantes muertos este año al cruzar a EU por Texas y Nuevo México
Funcionario de la cancillería alerta de riesgos ante la crecida del Bravo por las lluvias
Ampliar la imagen Militares estadunidenses instalan parte del muro fronterizo a la altura de Puerto Palomas, Chihuahua, que colinda con Columbus, Nuevo México Notimex Foto: Notimex
Al menos 19 migrantes indocumentados han muerto en lo que va de año al intentar ingresar a Estados Unidos por la frontera de Texas y Nuevo México, informó ayer Guillermo Reyes, adscrito al consulado general de México en El Paso.
Entrevistado en Ciudad Juárez, Chihuahua, Reyes detalló que la mayoría de estas personas han fallecido deshidratadas en el desierto o ahogadas en el canal Franklin, que circula paralelo al río Bravo, al sur de El Paso.
Entre las personas que han muerto está José Alejandro Ortiz Castillo, de 23 años, asesinado por un agente de la Patrulla Fronteriza el pasado 8 de agosto al intentar entrar en territorio estadunidense junto con tres personas.
Agregó que los agentes de la Patrulla Fronteriza han rescatado a 150 personas de la cuenca del río Bravo, del canal Franklin y de los parajes desérticos para evitar que perezcan.
Las lluvias de las semanas recientes han propiciado que el nivel del río Bravo aumente, lo que representa un peligro para las personas que buscan ingresar sin documentos en territorio estadunidense, advirtió el Grupo Beta.
El organismo de protección a migrantes señaló, mediante su coordinación en Matamoros, Tamaulipas, que reportes de la Protección Civil señalan que dicha corriente fronteriza tiene una profundidad superior a 5 metros.
José Luis Alzate Coronado, coordinador local del Grupo Beta, perteneciente al Instituto Nacional de Migración, dijo que con recorridos por las márgenes del río se advierte a los migrantes de la peligrosidad que representa la profundidad y el cauce.
Edil texano contra el muro
El alcalde de Eagle Pass, Texas, Chad Foster, calificó de “acto de racismo” la construcción de un muro en la frontera entre ambos países, lo cual dañará “las relaciones únicas” de los texanos con México y no resolverá los problemas ocasionados por el flujo migratorio ilegal.
“El muro nada más va a detener de tres a cuatro minutos el cruce de un lado a otro de la frontera. Además si ya tenemos el (río) Bravo para qué queremos un muro”, aseguró.
Foster fue entrevistado durante una reunión previa a la marcha que efectuaron integrantes de organismos civiles de México y Estados Unidos por la ribera del Bravo, entre Piedras Negras y Acuña, Coahuila, en protesta por la política antimigratoria de Washington.
“Lo que el gobierno de Estados Unidos tiene que entender es que Texas tiene la mayor relación comercial con México, más que cualquier otro estado. Entonces para qué vamos a dañar el ambiente del Bravo, las relaciones tan únicas que tenemos en la frontera”, señaló el también coordinador de los alcaldes fronterizos del sur de Texas.
Como ejemplo de la relación exitosa en la frontera citó el caso de la ayuda humanitaria que organizaciones coahuilenses proporcionaron a Eagle Pass en abril pasado, cuando un tornado arrasó con buena parte de su municipio.