Miembros del SNTE exigen restaurar la Casa del Naranjo
Maestros de la sección 11 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tomaron ayer la Casa del Naranjo, ubicada en la colonia Santa María la Ribera, perteneciente a dicha organización, para exigir al secretario general del gremio, Rafael Ochoa, una respuesta pronta en relación con el inmueble que ocupan las secciones 9, 11 y 36, en Belisario Domínguez, en el Centro Histórico, que fue declarado por autoridades de protección civil de la delegación Cuauhtémoc como un edificio de “alto riesgo que pone en peligro la vida de los trabajadores”. Cecilia Rivas Callejas indicó que el edificio se encuentra un estado deplorable, “está inundado todo el primer piso, el agua del drenaje se sale y, sin embargo, desde mayo pasado, cuando se remitió el caso al SNTE, no se ha hecho nada”. La presidenta del sindicato, Elba Esther Gordillo, dio dinero a los damnificados del sismo de Perú, pero por qué “no ayuda a los damnificados del edificio de Belisario Domínguez”, cuestionó. Además, expresó que el gobierno capitalino cortó el suministro de agua porque el sindicato no ha pagado sus adeudos. Los inconformes manifestaron también su preocupación por posibles represalias o un eventual desalojo de la fuerza pública.