Principales cambios
• La duración de las campañas en año de elecciones para presidente de la República, senadores y diputados federales se reduce a 90 días, y en los comicios intermedios a 45.
• Se prohíben las “campañas negras”, incluida la propaganda política o electoral que denigre a las instituciones, los partidos o las personas.
• Se amplía a nueve años el periodo de los consejeros electorales, quienes serán sustituidos en forma escalonada. No podrán ser relectos ni ocupar, en los dos años siguientes a la fecha de su retiro, cargos en los poderes públicos en cuya elección hayan participado.
• El secreto bancario, fiduciario y fiscal no se aplicará en los procesos de fiscalización de las finanzas de los partidos políticos, que estará a cargo de un órgano técnico del Consejo General del IFE.
• Se creará una contraloría interna en el IFE que revisará los ingresos y egresos del organismo.
• Se limitan las aportaciones privadas a sólo 10 por ciento del tope de campaña.
• El financiamiento público para la obtención del voto durante el año en que se elige presidente de la República, senadores y diputados federales, equivaldrá a 50 por ciento de las prerrogativas que corresponden a los partidos por actividades ordinarias; cuando sólo se elijan diputados equivaldrá a 30 por ciento.