Las comunidades deben participar más en la definición de prioridades: Roberto Carneiro
Plantea la UNESCO modelo que dé mayor autonomía a escuelas
Un profesor cercano a sus alumnos puede compensar carencias de infraestructura, asegura
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En la educación superior, uno de los retos será ampliar la matrícula, pues cada año quedan fuera de preparatorias y universidades miles de jóvenes. En la imagen, estudiantes rechazados del Instituto Politécnico Nacional protestan afuera del Reclusorio Norte, donde están detenidos ocho de sus compañeros
Foto: Francisco Olvera
En los países en vías de desarrollo la calidad, cobertura y equidad en la educación se han convertido en los grandes retos del siglo, lo que pone en evidencia que el "viejo modelo de la escuela que busca homogenizar contenidos y prácticas de aprendizaje está totalmente superado", afirmó Roberto Carneiro, catedrático de la Universidad Católica Portuguesa y especialista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En entrevista con La Jornada, aseguró que alcanzar la calidad educativa depende de "múltiples factores, aunque se ha comprobado que un elemento fundamental son los profesores: su dedicación a los alumnos, su generosidad y su capacidad para realizar su labor.
"Si tenemos un profesor que se preocupa por sus alumnos, que tiende puentes con la familia de éstos y está atento de los viajes interiores de sus estudiantes, entonces, factores como la infraestructura y el acceso a nuevas tecnologías pueden compensarse, porque los maestros comprometidos siempre tienen alternativas para garantizar el aprendizaje social, que es el verdaderamente importante, antes incluso que el memorístico."
Carneiro, ex ministro de Educación de Portugal y experto en el tema, aseguró que uno de los grandes retos de las escuelas en el presente siglo será poner en práctica el ejercicio de una "ciudadanía plena, es decir, el derecho de todo ser humano a optar libremente, meta que no alcanzaremos si no se garantiza el acceso a una educación de calidad, que libere a la población de la exclusión y la pobreza".
Escuela: autonomía y confianza
Agregó que otra tarea prioritaria será fortalecer la autonomía de las escuelas y descentralizar las decisiones sobre el conocimiento, así como impulsar una profunda recuperación del valor social del magisterio.
"Hoy es totalmente inoperante el modelo centralista y reformador que pretende de manera absurda ordenar burocráticamente las reformas educativas como si todos los maestros y alumnos pensaran igual y tuvieran los mismos intereses y pasiones."
Carneiro, coautor del Informe Delors (1996), con el cual la UNESCO trazó cuatro ejes para consolidar un proyecto educativo incluyente (aprender a ser, aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a vivir juntos), reiteró la necesidad de que la educación garantice el acceso a una "ciudadanía plena", el derecho a elegir libremente y a fortalecer los lazos de convivencia entre seres humanos, a fin de "abandonar el binomio que nos propone siempre dos bandos: buenos y malos, y no un modelo pluricultural e incluyente".
Es obligatorio, dijo, que los países en desarrollo definan cuál modelo quieren aplicar: "aquél donde el mercado es la fuerza motriz; el burocrático, donde persiste el control centralista, o el que opta por la autonomía y la confianza en las es-cuelas, que permite además que sean las comunidades quienes decidan cuáles son sus prioridades en el aprendizaje, en la elección de autoridades y en el mejor uso de la inversión".
Destacó que la evaluación, la transparencia y la rendición de cuentas deben ser parte "sustancial de los modelos educativos, pero garantizando siempre que estas importantes tareas queden en manos de organismos independientes del gobierno, de sindicatos o grupos de poder, porque el primer objetivo es informar a la sociedad y darle elementos para que tome decisiones".
Carneiro afirmó que en materia de inversión debe garantizarse que los recursos se destinen a áreas de "interés público, como la educación básica, sin descartar la formación universitaria, aunque existe una tendencia cada vez mayor de crear créditos educativos para otros niveles.
"La educación no debe considerarse nunca un fin mercantil o de lucro, sino de interés público."