Por Daniel A. Helminiak *
La historia de Sodoma es quizá el pasaje de la Biblia más famoso que toca el tema de la homosexualidad, o que por lo menos se dice que toca el tema. Esta historia se encuentra en el libro del Génesis, capítulo 19, versos 1 al 11:
Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente, y les dijo: “Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino”. Ellos le respondieron: “No, pasaremos la noche en la plaza”. Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida. Hizo panes sin levadura y comieron.
No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa. Llamaron a Lot y le dijeron: “¿Dónde están esos hombres que llegaron a tu casa esta noche? Mándanoslos afuera, para que los conozcamos”. Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí, y les dijo: “Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad. Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad. Pero ellos le respondieron: “¡Quítate del medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos”. Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta. Pero los dos hombres desde adentro extendieron sus brazos; tomaron a Lot, lo introdujeron en la casa y cerraron la puerta. Hirieron de ceguera a los hombres que estaban afuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.
Los ángeles visitantes luego advirtieron a Lot que Dios iba a destruir Sodoma en una lluvia de fuego y azufre. Así, Lot y su familia escaparon del pueblo. Sin embargo, la esposa de Lot desobedeció la orden de no mirar hacia atrás y fue convertida en una estatua de sal. Sodoma y su vecina Gomorra fueron destruidas, “y he aquí que, el humo de la tierra subía como el humo de un horno ardiente” (19:28).
Desde aproximadamente el siglo XII, esta historia ha sido comúnmente tomada para condenar la homosexualidad. La mera palabra “sodomita” es tomada para referirse a quien practica sexo anal, y el pecado de Sodoma se interpretó como actos homosexuales masculinos. De ese modo, supuestamente Dios condenó y castigó a los ciudadanos de Sodoma, los sodomitas, por actividad homosexual.
¿Qué significa “conocer”?
Ciertamente hay una clara referencia sexual en la historia. Lot ofrece a sus hijas como objetos sexuales a los hombres que se amontonaban en su puerta. En la Biblia, “conocer” algunas veces significa “tener relación sexual”. Ese es el significado de la palabra en el Testamento Cristiano (también conocido como el Nuevo Testamento) en el que el ángel dijo a María que ella sería la madre de Jesús. María se preguntó, “¿Cómo puede suceder si yo no he conocido hombre?” (Lucas 1:34). El verbo “conocer” aparece más o menos unas 943 veces en el Testamento Hebreo (también conocido como Viejo Testamento). En diez de esos casos la palabra tiene una connotación sexual. Este texto es una de esas diez.
Resulta impresionante pensar que Lot hubiera ofrecido sus hijas a los sodomitas. Este es un buen ejemplo de cuán diferente era la cultura de Lot con respecto a la nuestra. En aquel tiempo el padre de la casa poseía a las mujeres en propiedad. Él era libre de hacer con ellas casi cualquier cosa que quisiera.
¿Pero qué querían los hombres de Sodoma con los dos visitantes de Lot? Ellos decían que querían “conocerlos”. Algunos interpretan esto como que los hombres querían tener sexo con los visitantes. El hecho de que Lot ofrezca a sus hijas para el sexo en vez de sus visitantes masculinos, ciertamente indica algo así. Sin embargo, otros argumentan que la palabra “conocer” no necesariamente se refiere a sexo. Puede simplemente ser que los hombres de Sodoma querían descubrir quiénes eran estos extranjeros y qué estaban haciendo en su pueblo.
En todo caso, este texto se refiere al abuso, no simplemente al sexo. En las muchas referencias bíblicas al pecado de Sodoma, no hay preocupación alguna acerca de la homosexualidad, pero si hay preocupación acerca de la dureza de corazón y del abuso. Lo que está en cuestión en el texto es el abuso de un hombre hacia otro hombre, no simplemente el sexo de un hombre con otro hombre.
El significado del sexo anal masculino
Si además los sodomitas querían sexo con los visitantes, la ofensa contra ellos habría sido multiplicada. Forzar el sexo entre hombres era una manera de humillar. Durante la guerra, por ejemplo, además de violar a las mujeres y sacrificar a los niños, los vencedores a menudo “sodomizaban” a los soldados vencidos. La idea era insultar a los hombres al tratarlos como mujeres. Así, la esencia de la práctica del sexo anal masculino era la noción de que los hombres deberían ser “machos” y que las mujeres eran inferiores, objetos al servicio de los hombres.
De hecho, a través de toda la historia occidental, una razón primordial para oponerse al sexo anal entre hombres era que, supuestamente, su práctica hacía a un hombre actuar como una mujer. San Juan Crisóstomo en Oriente y San Agustín en Occidente, en el siglo V, y Peter Cantor en el XII, declarados oponentes cristianos de la homosexualidad, esgrimieron ese argumento.
San Agustín escribió: “El cuerpo de un hombre es tan superior al de una mujer como el alma lo es del cuerpo”. Ser la parte activa era generalmente más aceptado, pero ser la parte receptiva era considerado “inhumano”.
El pecado de Sodoma
¿Entonces cuál era el pecado de Sodoma? Abuso y ofensa contra extranjeros Insulto al viajero. Inhospitalidad hacia el necesitado. Este es el meollo de la historia entendida en su propio contexto histórico.
En campo desértico, donde descansa Sodoma, quedarse afuera expuesto al frío de la noche podría ser fatal. Así pues, una regla cardinal para la sociedad de Lot era ofrecer hospitalidad a los viajeros. La misma regla era una parte tradicional en las culturas semita y arábica. Esta regla era tan estricta que nadie podía dañar siquiera a un enemigo a quien se había ofrecido refugio para la noche. Así que, haciendo lo que era correcto, siguiendo la Ley de Dios como él la entendía, Lot se negó a exponer a sus huéspedes al abuso por parte de los hombres de Sodoma. Haberlo hecho así hubiera sido violar la ley de la sagrada hospitalidad.
Cuando el sexo forzado entre varones se vuelve parte de la historia, la ofensa añadida es la humillación. La historia completa y su cultura dejan claro que al autor bíblico no le preocupaba el sexo en sí, y era irrelevante si era hetero u homosexual; en lugar de sus huéspedes masculinos, sin pensarlo dos veces Lot ofreció a sus hijas. El punto de la historia no es ética sexual. La historia de Sodoma no trata más sobre sexo que de llamar a la puerta de alguien. En la historia de Sodoma, ambos, el sexo y golpear puertas son incidentales en relación con el punto principal de la historia. El punto es abuso y asalto, en cualquier forma que estos tomen. Usar este texto para condenar la homosexualidad es mal usar este texto.
Esa es la conclusión que sigue de una lectura crítica de la historia de Sodoma. Pero no sólo eso. La misma Biblia a menudo se refiere a la historia de Sodoma y dice francamente cuál fue el pecado de Sodoma. El profeta Ezequiel (16:48-49) sentencia el caso sencillamente: “Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. El pecado de los sodomitas fue que ellos se rehusaron a hospedar a los viajeros necesitados.
Incluso Jesús hace referencia a Sodoma y el tema es el rechazo a los mensajeros de Dios. Al instruir a sus doce apóstoles, les instruyó: “Cualquier pueblo al que entren, entérense de quién es valioso, y quédense ahí hasta el último momento... Si para alguien no son bienvenidos, o alguien no escucha sus palabras, sacúdanse el polvo de sus pies al dejar esa casa o pueblo. En verdad les digo, que el día del juicio será más tolerable para Sodoma y Gomorra que para ese pueblo”. (Mateo 10:5-15).
¿Cuál es la referencia en este incidente del Evangelio? No hay referencia al sexo. Pero hay una clara referencia al rechazo de los mensajeros de Dios. El paralelo entre el evangelio y Sodoma es el corazón cerrado que rechaza al extranjero. El pecado de Sodoma hoy
Con todo, la gente continúa citando la historia de Sodoma para condenar a gays y lesbianas. Hay una triste ironía en la historia de Sodoma cuando la entendemos en su contexto. La gente se opone y abusa de los hombres homosexuales por ser diferentes, raros, extraños o, como dicen, “torcidos”. A las mujeres lesbianas y a los hombres gay simplemente no se les permite encajar; se les destina a ser forasteros, extranjeros en nuestra sociedad. Sus familias los desheredan, se les separa de sus hijos, se les despide de sus trabajos, se les echa de sus departamentos o vecindarios, son insultados por figuras públicas, denunciados desde el púlpito, envilecidos en la radio y la TV, golpeados en las escuelas e, incluso, asesinados. Todo esto se hace en nombre de la religión y de la moral judeocristiana.
Tal perversidad es el mismísimo pecado del cual la gente de Sodoma fue culpable. Tal crueldad es lo que la Biblia realmente condena una y otra vez. Así que aquellos que se oponen a la homosexualidad debido al supuesto “pecado de Sodoma”, podrían ser ellos mismos los verdaderos “sodomitas”, en el estricto sentido de la Biblia.
* Profesor del Departamento de Psicología de la Universidad
de West Georgia. Capítulo del libro What the Bible really says
about Homosexuality (Lo que realmente dice la Biblia sobre
la homosexualidad), Alamo Square Press, NJ, EU, 2000.
(Sin traducción aún al castellano). Traducción Javier Rosales Soto.
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