Especialistas presentan libro crítico a la globalización como único sistema viable
La reforma laboral neoliberal desataría el México bronco
La imposición abrupta de la reforma laboral neoliberal no es aconsejable por razones políticas, económicas, culturales, sicológicas, jurídicas e históricas, pues se corre el riesgo de que se convierta en el detonador de grandes movimientos sociales, el despertar del México bronco y, posiblemente, el inicio de una tercera revolución social, advirtieron especialistas laborales y académicos.
En la presentación de su libro Reforma laboral y globalización en México Eduardo Torres, Octavio Lóyzaga, Víctor Cuevas, Eduardo Miranda, José Manuel Lastra, Rosa Albina Garavito, Héctor Muñoz, Verónica Santos, Héctor Santos, Carlos Durand, Ramiro Bautista, Próspero López y Adolfo Morales coincidieron en señalar que la primera parte de esta "escalada" inició con las reformas impositivas a la Ley del ISSSTE.
La intención, dijeron, es flexibilizar las condiciones de trabajo en favor de los empresarios para que tengan la posibilidad de contratar y despedir cuando deseen, "pauperizando" el mercado laboral, aduciendo que el neoliberalismo es el único sistema viable, realista y funcionalmente eficiente, para la organización de las economías y sociedades mundiales.
A tres años de distancia de iniciar esta investigación y negarse las autoridades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) a publicarlo, porque "va contra su punto de vista del poder y del presidente en turno, Felipe Calderón, hacia quien algunas máximas autoridades le rinden pleitesía", se logró que Editorial Porrúa lo editara, explica uno de sus coordinadores, Eduardo Torres.
El profesor investigador del Eje de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UAM e investigador del Sistema Nacional de Investigadores y del Programa de Mejoramiento del Profesorado de Educación Superior señala que actualmente se enfrenta una inaplicabilidad fáctica de la legislación laboral, así como intentos de llevar a cabo la reforma laboral neoliberal.
Se busca eliminar el constitucionalismo social laboral y modificar la legislación del trabajo, suprimiendo derechos sustantivos de los trabajadores, como contar con un sueldo justo, prestaciones sociales y la seguridad de una jubilación digna, lo cual empezó a concretarse con las reformas impositivas fast track a las leyes del IMSS y del ISSSTE.
"Ya se está imponiendo la primera parte de esta reforma, abrupta e ilegítimamente con reformas legislativas antipopulares, toda vez que el derecho de la seguridad social es la otra cara de la moneda del derecho del trabajo y las grandes corporaciones se han adueñado del mundo del trabajo y de la política, y consecuentemente los trabajadores se han desvalorizado", argumentó.
Acompañado del secretario del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, Benito Mirón Lince, mencionó que los ex presidentes Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox fueron fieles acólitos del credo neoliberal, y que la formación profesional y vínculos de Felipe Calderón hacen suponer que habrá continuidad neoliberal, con ciertos matices.
De ahí el impulso de reformas estructurales para desmantelar las garantías sociales en las constituciones y las leyes, para empequeñecer el aparato del Estado de bienestar, y para ridiculizar y minimizar todas aquellas formas económicas, políticas y sociales que no estén de acuerdo con la "religión y filosofía neoconservadora".
Para Rosa Albina Garavito, investigadora del Departamento de Economía de la UAM, pocos son los sectores de la economía que han escapado a las reformas constitucionales y jurídicas que han legalizado la política neoliberal inaugurada en diciembre de 1982. Uno de ellos es el laboral, lo cual no significa que las relaciones capital-trabajo no hayan sufrido transformaciones esenciales, pero por la vía de los hechos.
Así ha ocurrido con la aplicación de una política que no respeta la norma salarial, la estabilidad en el empleo, el derecho de huelga y el de organización sindical, y ha derivado en la migración de miles de mexicanos, la cual es tratada como un tema de relaciones exteriores y de seguridad nacional, cuando es parte de la problemática laboral del país, al igual que la economía informal.
Ambas cuestiones se han constituido en válvula de escape a la incapacidad de la economía para generar empleo suficiente, pero también forman parte ya de la agenda laboral del siglo xxi, que no se resolverá con una reforma neoliberal, precisó, mientras Lóyzaga advirtió que no estamos lejos de las jornadas laborales de hace dos siglos, de más de 14 horas diarias.