Votaron más de 100 millones de personas en la iniciativa de Bernard Weber
Termina el reality show de las nuevas maravillas; designan a Chichén Itzá
América Latina tiene tres sitios: Machu-Picchu, el Cristo de Río de Janeiro y el castillo maya
Ampliar la imagen Decenas de personas celebraron la designación de Chichén Itzá como una de las nuevas siete maravillas Foto: Reuters
Chichen Itza, Yuc., 7 de julio. El dios Kukulcán ni se inmutó. Ya sabía que era "bola cantada" el nombramiento de su Castillo como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, lista a la que se suman la Gran Muralla china, el Cristo redentor, de Río de Janeiro; la Ciudad Roja de Petra, en Jordania; las ruinas de Machu-Picchu, en Perú; el Taj Mahal, de India, y el Coliseo de Roma, como se anunció con un mega show realizado en el Estado da Luz, de Benfica, en Lisboa, con la participación de artistas y deportistas de todo el mundo y unos 50 mil espectadores.
En la votación participaron casi 100 millones de personas en todo el mundo desde enero pasado; sin embargo, esta iniciativa no tiene el aval del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Quizá la Serpiente Emplumada o Kukulcán no sepa que su nombre se prestó para un show mediático mundial donde, al final, las ganancias fueron millonarias y la tajada mayor se la llevó el magnate suizo Bernard Weber, pero algo sí sabe la ancestral deidad maya: el galardón no era necesario porque, desde hace miles de años, el Castillo es una maravilla, no en balde fue el centro ceremonial y político más importante de la cultura maya.
Desde temprano comenzó el espectáculo en la zona arqueológica con la entrada a precios rebajados (45 pesos) y partir de las 2 de la tarde, el pase fue gratuito, lo que valió para que miles de visitantes fueran testigos de lo que ya se sabía y nada más se esperaba para confirmar.
Al menos, con la entrada gratuita, los indígenas mayas, los verdaderos herederos de Kukulcán, lograron entrar a la zona arqueológica. Generalmente menospreciados, los indígenas se mostraban felices de recorrer el sitio y rendirle un pequeño tributo a los edificios que sus antepasados construyeron con precisión increíble.
Miles de personas reunidas en torno al centro de ceremonias y la participación de "jaraneros" (bailadores), orquestas típicas y, al final, la intervención del compositor Armando Manzanero. Con el Castillo de Kukulcán de escenario, la gente soportó el sol y la inclemente temperatura de 38 grados centígrados que transformó el suceso en un gigantesco baño sauna.
Patrón Laviada en Lisboa
Para hacer tiempo, el gobierno del estado echó mano de los recursos a su alcance. Desde presentadores anónimos hasta la aburrida explicación técnica del arqueólogo español Eduardo Pérez de Heredia, director de la zona arqueológica de Chichén Itzá. Sentaditos, muy serios, con sombrillas para cubrirse del sol, la representación oficial, que corrió a cargo del secretario de Gobierno, Pedro Rivas Gutiérrez, y de la presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Silvia Cicero Cáceres, esposa del mandatario Patricio Patrón, quien, en ese momento en Lisboa, Portugal, recibió el premio mundial para Chichén Itzá; al lado, divertida, la gobernadora electa, la priísta Ivonne Ortega Pacheco, ataviada con el traje regional femenino maya.
Todo estuvo calculado. El gobierno del estado y la Secretaría de Turismo iniciaron desde 2006 una campaña de promoción de Chichén Itzá por conducto del Consejo Mexicano de Promoción Turística que ubicó a Yucatán como punto de interés comercial para más de 60 agencias de viajes mayoristas de la Costa Este de Estados Unidos. En ese año, Nueva York fue la sede del lanzamiento de esa campaña donde el gobernador Patrón Laviada destacó la importancia de apoyar a Chichén Itzá como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno ante representantes de las agencias más prestigiadas del ramo.
Y así transcurrieron las horas hasta que, poco antes de las cinco de la tarde, el mandatario realizó una llamada telefónica. La gente brincó y aplaudió con júbilo, se lanzaron porras y los clásicos "¡viva Yucatán!", "¡viva Chichén Itzá!"
El discurso preparado para la ocasión, a cargo de la esposa del mandatario, confirmó lo que casi todo Yucatán esperaba. No hubo sorpresas, no podía haberlas cuando se gastaron millones de pesos para "asegurar" dicho galardón. "Es la última 'maravilla' que hará el gobierno de Patricio Patrón", comentaron, mordaces, invitados reunidos en torno al Castillo de Kukulcán.
Al menos uno de los comentaristas de la televisión oficial, Martiniano Alcocer, puso el dedo en la llaga cuando aseguró que el galardón es más show mediático y comercial que otra cosa, y señaló que es más importante subsanar las necesidades de los indígenas mayas, sumidos en la pobreza y el hambre. De esta forma, el premio internacional es menos importante. Los demás comentaristas sólo guardaron silencio, obviamente el guión se había roto.
Poco se dijo sobre las otras seis Nuevas Maravillas del Mundo galardonadas. El momento es de Chichén Itzá, sólo y exclusivamente el centro ceremonial maya.
Después del festejo momentáneo, regresó la calma. La gente comenzó a salir, apurada por el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia. La entrada gratuita comenzaba a salir onerosa.
¿Y Kukulcán? Bien, gracias. Ni se inmutó el dios maya. El sabe, sin reality show, de su grandeza.