Algunos estudiantes protalibán aceptan rendirse pero aún hay cientos atrincherados
Detienen a líder islamita al seguir los combates en mezquita de Islamabad
Mantiene el gobierno paquistaní el toque de queda en los alrededores del recinto religioso
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Varias mujeres salen de la Mezquita Roja de Islamabad, cercada por el ejército paquistaní; entre el grupo fue detenido el líder religioso Maulana Mohammad Abdul Aziz, quien pretendía fugarse cubierto con una burka
Foto: Reuters
Islamabad, 4 de julio. Cientos de islamitas y agentes de las fuerzas de seguridad paquistaníes se enfrentaron hoy, por segundo día consecutivo, en torno a la Mezquita Roja de Islamabad cuyo líder Maulana Mohammad Abdul Aziz fue detenido cuando intentaba huir vestido de mujer cubierto con una burka.
Tras la captura del líder religioso, alrededor de mil estudiantes islamitas que se atrincheraron desde hace seis días en la mezquita y en la cercana escuela coránica protalibán, aceptaron rendirse en acato al ultimátum dado por el gobierno, aunque aún quedan cientos de ellos dentro del recinto religioso.
El ulema Abdul Aziz fue arrestado cuando intentaba escapar en medio de un grupo de mujeres que gritaban mientras salían del recinto religioso, pero las fuerzas de seguridad encontraron su apariencia sospechosa, pues era más fornida y tenía un vientre protuberante, además de que no gritaba y se negó a un registro.
Más tarde, Abdul Rashid Ghazi, el segundo de Aziz, contactó a las autoridades para informales que tanto él como sus seguidores estaban listos para entregar las armas.
Algunos clérigos intentaron mediar para poner fin a la disputa, pero el gobierno se negó a negociar. "No les queda otra opción que rendirse", indicó el vocero del Ministerio del Interior Javed Iqbal Cheema.
El viceministro de Información, Tariq Azeem, estimó que fue "un final grotesco" para el movimiento liderado por el religioso, quien previamente urgió a sus seguidores a que lanzaran ataques suicidas contra el gobierno del presidente Pervez Musharraf.
La detención de Abdul Aziz exacerbó los ánimos de cientos de sus seguidores que aún resisten dentro del templo, mientras aumenta el temor de un inminente asalto de las fuerzas gubernamentales. No se sabe con exactitud cuántos estudiantes se encuentran aún en la mezquita pero se estima que en interior había unos 3 mil.
El templo, en cuyos alrededores se mantiene el toque de queda, continuaba esta noche rodeado por cientos de tropas militares y paramilitares, tras los enfrentamientos que se desataron el martes y que dejaron al menos 16 muertos, entre ellos dos soldados, y más de 200 heridos.
Avanzada la noche, las fuerzas de seguridad detonaron cargas explosivas en las cercanías de la mezquita, mientras, a través de altavoces llamaron a rendirse los estudiantes que aún permanecen en su interior.
El gobierno fijó en principio las 11 horas (locales) como plazo para la rendición de los islamitas, pero durante el día se recorrió la hora en varias ocasiones, mientras Musharraf ofreció 83 dólares a cada persona que salga del lugar por su voluntad.
La administración extremista de la mezquita mantiene desde hace cinco meses un enfrentamiento con las autoridades, pues pretende imponer en Pakistán un estilo de vida talibán basado en la ley islámica sharia.
En este contexto, 11 personas murieron, entre ellas dos soldados, en un atentado suicida con coche comba contra un convoy militar en la zona tribal paquistaní de Waziristan Norte, fronteriza con Afganistán, lo que aumentó la tensión en el país.