Usted está aquí: jueves 5 de julio de 2007 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

¿Solución definitiva?

Zedillo liquidó sistema solidario de pensiones

La desaparición del IMSS

Dónde están el IFE y el Trife en caso Ye Gon

¡Sorpresa! Tres años después que gobierno y Congreso encontraron la segunda "solución definitiva" para fortalecer las finanzas del IMSS (la primera fue en tiempos de Zedillo), resulta que la institución "sufre una carga financiera que amenaza con ahogarlo y, de mantenerse la tendencia, para 2008 los recursos que se le asignan serán insuficientes para cumplir sus obligaciones con los derechohabientes" (nota principal de La Jornada).

Lo anterior resume una década (1997-2007) de "soluciones definitivas" a las frágiles finanzas del IMSS, de acuerdo con el discurso oficial, que en los hechos no han sido más que vueltas a la noria, con un elevadísimo costo social, porque los últimos dos inquilinos de Los Pinos rotundamente se negaron a resolver el problema de fondo de un organismo tripartita en el que nada más una de las partes, quiéralo o no, le mete dinero a la hucha: independientemente de que sólo uno de cada tres de ellos cotiza en el instituto (lo que ya implica una situación delicada, sin considerar el creciente desempleo), los trabajadores cubren su parte, pero la gran mayoría de los patrones (tres de cada custro) ni siquiera están inscritos, y los que están no necesariamente pagan las cuotas, mientras el gobierno finge demencia.

Allá por 1995, en tiempos de la peor crisis del México "moderno", el gobierno zedillista encontró la primera "solución definitiva" para "fortalecer" las escuálidas finanzas del IMSS (con la intervención del Congreso se materializó en Ley, que entró en vigor el primer día de julio de 1997): descuartizar uno de los principios que dio vida y sentido al instituto, es decir, el esquema solidario de pensiones y jubilaciones de los derechohabientes, y privatizarles su miserable retiro.

Por aquellos años, se escuchaba celebrar al siempre feliz Ernesto Zedillo, con coro de Genaro Borrego, a la sazón director general del IMSS: "la nueva Ley del Seguro Social ha permitido a la institución liberarse, para siempre, del pasivo que amenazaba su salud financiera y que limitaba drásticamente su capacidad para atender las necesidades presentes y futuras de los derechohabientes y de sus familias; con ella, construimos el sistema de seguridad social que necesitará México en el siglo XXI". En resumidas cuentas, entregaba el ahorro de los trabajadores al capital privado, para que la institución "se transforme y supere la delicada situación que enfrenta, brinde mayor protección, eleve y mejore la calidad de sus servicios y amplíe su cobertura".

Algo falló, porque siete años después, a finales de julio de 2004, el inquilino de Los Pinos en turno y el Congreso encontraron la segunda "solución definitiva", es decir, terminar el trabajo que los de la primera "solución definitiva" dejaron pendiente: descuartizar las pensiones y jubilaciones de los trabajadores del propio IMSS, y cancelar esa posibilidad a quienes fueran contratados a partir del 11 de agosto de ese mismo año, fecha de entrada en vigor de las "nuevas reformas".

Abyecta campaña publicitaria de por medio, con un costo multimillonario y, en nombre del "cambio", con el cavernícola ataque del entonces director general del IMSS, Santiago Levy, diputados y senadores dieron luz verde a la segunda "solución definitiva", no sin antes subrayar que "de no adoptar esta histórica determinación (...) el Instituto Mexicano del Seguro Social perderá su capacidad de operación rápidamente en los próximos años... Al detener el crecimiento del pasivo laboral (...) el Congreso de la Unión está sentando las bases para la viabilidad de la institución en el mediano plazo... De no frenar esta tendencia, en aproximadamente 15 años el instituto no podrá operar, ya que todos sus ingresos se van a dedicar a la nómina de activos y al pago de las pensiones, después de lo cual, los recursos no serán suficientes para pagar las pensiones... Esta iniciativa no es sólo una modificación más a la Ley del Seguro Social, sino la preservación para México y sus trabajadores de una de las instituciones, sin duda alguna, más importantes para todos nosotros, el Instituto Mexicano del Seguro Social".

Con igual rapidez que en 1997, en 2004 los legisladores aprobaron la "reforma", pero también en esta ocasión algo falló: si el prometido "Siglo XXI" de Zedillo con su primera "solución definitiva" duró escasos siete años, la "visión de largo plazo" de Fox con su segunda "solución definitiva" apenas se extendió tres años. ¿Y las finanzas del IMSS? Escuálidas, como siempre.

Y entre los promotores de la "reforma" en tiempos del "cambio", aparece un destacado abajo firmante del dictamen en comisiones (como integrante de la de Hacienda y la de Seguridad Social) y diputado por la afirmativa (bancada panista, 59 Legislatura), de nombre Juan Molinar Horcasitas, actual director general del IMSS.

Tal vez por ello la siempre creativa "continuidad" prepara la tercera "solución definitiva". El problema es que prácticamente ya no queda nada que quitar a los trabajadores, más que el empleo, de tal suerte que con "nuevas reformas" sólo habría de dos sopas: generar empleo formal, incrementar el padrón patronal (de 3 millones de empresas y/o unidades económicas sólo 800 mil están inscritos en el IMSS), olvidarse de los famosos cuan corruptos "convenios" y compadrazgos, y obligarlos a pagar sus cuotas, amén de que el gobierno aporte, en tiempo y forma, lo que le toca.

El otro caldo es la desaparición del Instituto, y entonces sí prepárense para la verdadera solución definitiva.

Las rebanadas del pastel

Veloz, el secretario de la Función Pública, Germán Martínez, deslindó al gobierno de Calderón de las acusaciones de Zhenli Ye Gon. Pero, por tratarse de un asunto presuntamente registrado en tiempos y con fines electorales, y de un dinero supuestamente destinado a la campaña calderonista, ¿qué no debe ser la autoridad electoral la encargada de investigar el caso? ¿Calderón se investigará a sí mismo? ¿Dónde quedan IFE y Trife? ¿Olvida Germancito su participación en el equipo de campaña del michoacano?

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