Por la premura, el consejo intervino indebidamente en esa labor: Jorge Ramírez
Firma privada atribuye al CNCA errores de catalogación en la megabiblioteca
La empresa nada más clasificó 278 mil libros en vez de 500 mil, reconoce su director
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Técnicos bibliotecarios, el pasado abril, durante una sesión sobre cómo acomodar el acervo de la Biblioteca Vasconcelos
Foto: Cristina Rodríguez
La empresa Organización Técnica del Conocimiento SA de CV (OTC), contratada para catalogar y clasificar el acervo de la megabiblioteca antes de abrirla al público, rechaza que sean suyos los múltiples errores de clasificación de libros detectados desde el primer día que el recinto comenzó a dar servicio (La Jornada, 2/junio/2006) y que tanto han sido criticados.
En entrevista, su director, Jorge Ramírez Flores, imputa los errores al propio CNCA el cual, al parecer, ante la premura, también realizó ese trabajo, no obstante que ya lo había adjudicado, incumpliendo así las bases de la licitación pública nacional CNCA/LPN/11141001-032/05.
El CNCA falló en septiembre de 2005 en favor de OTC para el ordenamiento de máximo 500 mil ejemplares. Todavía el pasado 18 de mayo Ignacio Padilla aseguró: ''Detectamos que el proceso técnico realizado previamente tenía múltiples carencias, por lo que decidimos no sólo terminar de procesar los libros, sino hacer un cotejo minucioso de lo realizado".
Sin embargo, ''en marzo de este 2007 el CNCA nos liberó las fianzas", señala Ramírez Flores. Paradójicamente ese mismo mes se anunció el cierre de la biblioteca.
Incumplimiento de la licitación
''Sí existen errores", concede Jorge Ramírez, pero no son imputables a su empresa, y si bien en su página electrónica www.otcmexico.com se asegura que los 500 mil volúmenes de la biblioteca pública ''más grande e importante de América Latina" fueron catalogados por OTC, Ramírez aclara que no es cierto, que ellos sólo catalogaron unos 278 mil, de marzo a mayo, ''como se estipuló en el contrato".
Al respecto, dice: ''Hay que tomar en cuenta que la biblioteca Vasconcelos también procesó material". Según Ramírez Flores, había un presupuesto máximo y se trató de ''un contrato abierto multianual. No sa-bíamos cuánto iba a ser el material total".
Las bases de la licitación, que pueden consultarse en compranet, establecen que ese trabajo debió realizarse de octubre de 2005 a marzo de 2006. Además, en la sección de ''Proveedores y contratistas" de esa página web gubernamental se apunta que el CNCA destinó en 2005 una partida de 3 millones 280 mil pesos a OTC para los trabajos en la megabiblioteca.
''No es posible que la empresa que ganó la licitación haga responsable al CNCA por un trabajo que ellos mismos tuvieron que hacer. El CNCA fue muy claro", sostiene un ejecutivo de Technologies on the web, SA de CV, otra de las empresas participantes en la licitación, que pide no mencionar su nombre.
Añade: ''Todas las propuestas se presentaron para trabajar de octubre a marzo. Si lo hicieron en tres meses, están faltando a la licitación", además: ''nunca se nos informó que hubiera un tope presupuestal".
Por su parte, el subdirector de comunicación y desarrollo de la Biblioteca Vasconcelos, Gerardo de la Cruz, dijo que la auditoría GI/11999/07/07 practicada hasta junio de 2007 estableció que no había responsabilidades de OTC.
La participación de especialistas del CNCA, añadió, ''es normal, eso se hace en cualquier administración, para acortar costos, reducir tiempos". OTC no tiene reparos de presentar a la megabiblioteca como su ''máximo" proyecto y para esto, Ramírez alude a una declaración de Ignacio Padilla publicada el 13 de junio pasado: ''Hemos descubierto que los índices de error no son significativos y los rangos de error son naturales''.
El asesor de OTC Valentín Becerril agrega: "Estábamos apostándole a que seguramente va a haber otra licitación para que se procese el material que resta" y se muestra confiado en volverla a ganar: ''tenemos la experiencia".