Podría refrendar en Bangkok el premio "El cenicero sucio" obtenido el año pasado

Pacto con empresas impidió a México avanzar en el combate al tabaquismo

Retraso de seis años en el cumplimiento del CMCT, reconoce Córdova Villalobos

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Este sábado inicia en la ciudad de Bangkok, Tailandia, la segunda reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), a la que México asiste casi sin ningún avance respecto al año pasado, cuando se hizo acreedor al premio "El cenicero sucio" por el acuerdo suscrito con la industria tabacalera.

Durante el encuentro de las 145 naciones que han firmado y/o ratificado el convenio, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca eliminar el tabaquismo del mundo, se elaborarán modelos de protocolo sobre comercio ilícito de productos de tabaco y sobre publicidad, promoción y patrocinio transfronterizos de los mismos.

La agenda de actividades de los aproximadamente 900 delegados incluye la elaboración de directrices para la aplicación del artículo 8 del CMCT, relativo a la protección contra la exposición al humo del tabaco y del artículo 9, sobre la reglamentación de los productos.

Otros asuntos técnicos, de procedimiento y financieros relacionados con la aplicación del tratado, como el presupuesto y el apoyo financiero para el periodo 2008-2009; la presentación de informes y el intercambio de información; así como el seguimiento y presentación de reportes sobre los progresos realizados en lo que respecta a la aplicación del convenio, también forman parte del orden del día de la reunión que inicia hoy 30 de junio y concluirá el próximo 6 de julio.

Por parte de México asiste el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández Avila. El informe nacional que fue entregado el pasado mes de febrero forma parte de una evaluación general junto con otros 25 reportes en que los países dan cuenta de sus avances.

El análisis realizado por la secretaría de la Conferencia de las Partes destaca que los mayores avances corresponden a las áreas de la protección contra la exposición al humo del tabaco; la prohibición de la venta a menores; el empaquetado y etiquetado de productos del tabaco; y educación, comunicación, formación y concientización del público.

Las áreas con menor grado de avance abarcan la responsabilidad civil y penal, inclusive la compensación; pruebas y mediciones de las emisiones y la reglamentación del contenido de los productos de tabaco; advertencias sanitarias; publicidad, promoción y patrocinios transfronterizos del tabaco.

En el caso de México, los avances son prácticamente nulos, de acuerdo con la evaluación que realizaron organizaciones civiles que hace unas semanas señalaron que el país tiene un retraso de seis años en el cumplimiento del CMCT, derivado principalmente del acuerdo que la administración de Vicente Fox suscribió con la industria tabacalera, y por el cual, se estableció un impuesto de un peso por cada cajetilla vendida.

Los recursos generados por esta vía, alrededor de cuatro mil millones de pesos, se entregaron a la Secretaría de Salud para el financiamiento de diversos programas.

Sin embargo, agrupaciones civiles denunciaron que el convenio con tabacaleras impidió avanzar en el cumplimiento del CMCT, en acciones como el incremento de impuestos y tamaño de leyendas precautorias en las cajetillas de cigarros.

Así lo reconoció también el actual secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, quien mencionó que no se han podido incluir pictogramas en las cajetillas, como ya ocurre en algunos países latinoamericanos. Aseguró que no habrá ningún otro acuerdo con las empresas.

La Ssa también ha reconocido que algunas de las disposiciones del CMCT representan un verdadero reto para México, como garantizar espacios totalmente libres de humo de tabaco para proteger a los 80 millones de mexicanos que no fuman.

Información oficial indica que en el país 18 millones de personas son fumadoras, con una tendencia creciente entre la población adolescente e infantil. Una situación preocupante para las autoridades es la alta prevalencia de la adicción entre las mujeres jóvenes, quienes fuman en cantidades similares a los hombres.