Su actuación, inadecuada; no contribuye a la democracia del país, dice la gobernadora

"Muy violento", el tono de Monreal contra mi gobierno: Amalia García

Niega que se prepare una elección de Estado; la ley local, garantía de limpieza, afirma

GERARDO FLORES, ALONSO URRUTIA

Zacatecas, Zac, 29 de junio. Las campañas han concluido. En vísperas del desenlace de la contienda, la gobernadora del estado, Amalia García Medina, hace su balance del proceso en el que se renovarán el Congreso local y las 58 alcaldías. El proceso ha tenido un elemento irruptor central, el activismo intenso del ex gobernador Ricardo Monreal, quien "en su participación empleó un tono muy rudo, muy violento contra el gobierno del estado y no creo que contribuya a dar calidad a la democracia que vive el país".

Los comicios intermedios hicieron aflorar las grandes diferencias entre García Medina y el ex gobernador, cuya conducta es definida como inapropiada. "Puede ser que aún sobreviven viejas formas de hacer política; usos y costumbres del pasado. Es parte de esa larguísima transición que vive el país y puedo percibir que la tradición y la cultura del caciquismo no están muertas", dice ella en entrevista con La Jornada.

En parte por las acusaciones de Monreal y en otra por los cuestionamientos generalizados de los partidos de oposición, la actuación de la gobernadora ha sido polémica, al punto de equipararla los principales dirigentes como la preparación de una elección de Estado.

-Toda la oposición habla mucho de una elección de Estado. ¿Hay un regreso a las viejas formas de hacer política de gobierno en las elecciones?

-El asunto es en qué lo sustentan. Se habla mucho de eso, pero no hay condicionamiento del voto. Una elección de estado es cuando se usa el aparato de gobierno para forzar la voluntad ciudadana, para querer comprarla con esos programas, pero ¿qué es lo que pueden mostrar?

Según la gobernadora, los dos hechos públicamente denunciados por la oposición carecen de sustento: la existencia de un tráiler que cargaba material de construcción para el municipio de Ojocaliente, cuya gestión había sido aprobada por regidores de todos los partidos, y la ubicación de bodegas de materiales adquiridos con fondos federales del ramo 33 para la realización de obras de pavimentación.

"Hay una gran cantidad de instituciones de transparencia para hacer las auditorías que correspondan. Esa apreciación de la presencia del gobierno del estado no se corresponde con la realidad", sostiene la gobernadora. quien se manifiesta convencida de la necesidad de pluralidad en una contienda.

García Medina menciona que en aras de la civilidad en el entorno político electoral determinó suspender sus giras de trabajo, ordenó "cubrir" los anuncios espectaculares del gobierno estatal, aunque promovieran el ahorro del agua o los museos de la entidad y suprimió el pago de publicidad de la obra pública desde febrero pasado, casi cinco meses antes de la elección.

No obstante, justifica en el entorno mundial -la apertura del mercado agropecuario en enero próximo, por el Tratado de Libre Comercio- los apoyos a los productores de frijol en la entidad, a pesar de las críticas opositoras que lo asociaban a una clara intencionalidad electoral. Los recursos federales no habían llegado y no se podía dejar sin respaldo a los campesinos que producen 30 por ciento del frijol a escala nacional, dejando pasar la temporada de lluvias, que en Zacatecas es muy corta.

En este contexto, la gobernadora perredista destaca la legislación electoral local como "la más avanzada del país", esencialmente por las restricciones introducidas en la compra de publicidad, que limitan hasta un máximo de 50 por ciento de las prerrogativas el gasto en este rubro. "Esta disposición garantiza que no haya actores externos, poderes fácticos, que quieran influir en la elección e imponer candidatos".

De igual forma, este condicionamiento, "lo digo de cara a la elección de 2006 y los señalamientos del tribunal electoral -que reconoció los vicios de la participación de la iniciativa privada- acota otro elemento preocupante para el país con el que debemos estar alerta: la tentación de que grupos delictivos quisieran imponer sus candidatos, cosa que ha pasado en otros países de América Latina".

-¿Le incomoda mucho el activismo de su antecesor?

-No es pertinente. Aunque mi tarea es gobernar y no entrar en polémicas con nadie ni tampoco mirar hacia atrás, me parece que hay una actuación inadecuada cuando alguien no asume que ya terminó su responsabilidad y su tiempo, lo cual no es usual en una política democrática. En ella, quien ya concluyó su encargo asume que quien está en ese espacio tiene la obligación y el derecho de trabajar y rendir cuentas.

Según la gobernadora, el tono rudo que utilizó Monreal marcó el nivel de debate que emplearon el resto de los actores políticos. "En la Ley Electoral hay un elemento disuasivo para las campañas negras; si no hubiera existido percibiríamos en los medios electrónicos una guerra sucia y un golpeteo brutal".

"Sequía, el asunto más duro"

-¿Esta confrontación de Monreal es el punto más difícil de su gobierno?

-Diría que el asunto más duro que he vivido es la sequía de 2005, la más aguda en cien años, pues no se pudo sembrar en gran parte del estado, hubo condiciones muy duras. Lo otro es algo circunstancial y pasajero, aunque está presente, por supuesto, pero finalmente no es relevante.

A pesar de censurar el papel de su antecesor, García acota sus alcances; cuestionada sobre la posibilidad de que en el fondo la elección intermedia sea escenario de una sucesión muy anticipada en la entidad señala:

"Lo que en realidad se dio en el PRD fue una ruptura muy pequeña, pero muy vistosa; muy estridente, pero con poca sustancia, aunque muy ávida de usar los medios. Las viejas formas de hacer política, la cultura del caciquismo, aunque no están muertas ya no tienen el respaldo de la gente, pero finalmente cada quien tendrá que hacerse responsable de sus propios actos", concluye.