Niega Bush entrega de documentos al Congreso de su país
Washington, 28 de junio. La Casa Blanca se negó hoy a proporcionar al Congreso testimonios o documentos para dos investigaciones en curso sobre el escándalo por la destitución en 2006 de varios fiscales federales y el programa de espionaje telefónico posterior a los atentados de 2001.
El senador demócrata Chuck Schumer denunció esta postura y acusó a la Casa Blanca de recurrir a la misma obstrucción que utilizó el ex presidente Richard Nixon durante el escándalo Watergate, en 1974.
Los abogados del presidente George W. Bush invocaron el "privilegio ejecutivo" para rechazar las citaciones emitidas el 16 de junio por los comités de Justicia del Senado y de la Cámara de Representantes, dirigidas a Harriet Miers y Sara Taylor, ex consejera y ex directora de asuntos políticos de la Casa Blanca, respectivamente.
"El presidente decidió hacer valer el privilegio ejecutivo", dijo el consejero legal de la Casa Blanca, Fred Fielding, en carta a los responsables de los comités de Justicia de ambas cámaras.
El privilegio ejecutivo es una doctrina legal que permite al presidente negarse a proveer documentos o testimonios exigidos por otro poder del Estado, si considera que es vital mantener su confidencialidad.
La negativa de la Casa Blanca es una escalada en su dura pulseada con el Congreso, dominado por los demócratas, que se intensifica por las exigencias de destitución del fiscal general Alberto Gonzales.
Gonzales está en el banquillo de los acusados y fue sometido a una avalancha de pedidos de dimisión tras haber removido, en 2006, de ocho fiscales -algunos encargados de investigaciones delicadas para la Casa Blanca-, una medida legal pero contraria a la tradición estadunidense.
En el otro caso, también fue rechazada una citación, emitida por el Comité de Justicia del Senado, para que la Casa Blanca y la oficina del vicepresidente Dick Cheney entregaran documentos vinculados con un controvertido programa extrajudicial de escuchas telelefónicas.