Vecinos piden frenar construcción de casas en Santa Fe
Vecinos del pueblo de Santa Fe advirtieron que el proyecto que a partir de este lunes implementará la delegación Alvaro Obregón para desahogar el tráfico vehicular en la avenida Vasco de Quiroga sólo solucionará el problema por un tiempo, por lo que, si en verdad quieren resolver esa situación, es necesario detener el crecimiento del complejo sobre todo en cuanto a la construcción de edificios habitacionales se refiere.
Mauricio Montero, integrante del Frente de Residentes del Corredor Santa Fe, señaló que apenas se ha construido 43 por ciento de lo proyectado en la zona, y en este momento están en proceso de edificación por lo menos 200 edificios para viviendas, las cuales, al ser ocupadas, volverán a generar caos vial, pues "se tratan de personas de alto poder adquisitivo, que tienen más de dos automóviles, lo que generará una situación peor a la que se vive en este momento", indicó.
De acuerdo con cifras proporcionadas por los vecinos, actualmente en el complejo de Santa Fe hay mil 500 casas, cuatro mil departamentos, 74 edificios de oficinas, cuatro centros comerciales, cinco hoteles, 40 restaurantes, siete universidades y escuelas y dos hospitales y clínicas. La población flotante en la zona se estima en 83 mil 500 personas diarias, entre empleados y estudiantes, así como unos ocho millones de visitantes al año.
"Ya tienen lo más importante, los comercios y las escuelas, pero todavía faltan las unidades habitacionales, los grandes edificios, los cuales al ser habitados van a generar un flujo muy grande de automóviles", insistió Montero.
Por su parte, el jefe delegacional en Alvaro Obregón, Leonel Luna, anunció, en conferencia de prensa y ante los vecinos afectados, que este lunes arrancará la primera etapa del plan de acciones para resolver la problemática vial en Vasco de Quiroga, con el retiro de los tianguis que se instalan tres días a la semana en dicha vialidad.
El funcionario señaló que las negociaciones con los comerciantes "van por buen camino", aunque aceptó que hay un grupo de ellos renuentes a abandonar la zona, por lo que advirtió que de ser necesario se utilizará la fuerza pública para retirarlos.