Canjes de opositores entre dictaduras del Cono Sur
Documentos desclasificados en EU desnudan el terrorismo de Estado
Buenos Aires, 27 de junio. Nuevos documentos desclasificados en Estados Unidos indican que 20 refugiados uruguayos en Argentina y un brasileño habrían sido entregados a su país de origen entre finales de 1977 y principios de 1978, en lo que bien pudo ser parte del intercambio de prisioneros entre las dictaduras del Cono Sur, en el esquema de la contrainsurgente Operación Cóndor u otro tipo de accionar ilegal entre ambos países.
El documento referido está fechado en la embajada de Buenos Aires el 20 de abril de 1978 y dirigido al Departamento de Defensa de Estados Unidos, con copias a la misión de ese país en Ginebra y a las embajadas estadunidenses en Brasilia, Montevideo y Río de Janeiro, simultáneamente.
El asunto tratado está referido a la posible "devolución de refugiados uruguayos", y se asienta además que esta "preocupación fue expresada a la embajada estadunidense en Buenos Aires por la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugidos (ACNUR)"; incluso se habla de "más" de 21 refugiados devueltos.
El ACNUR presentó informaciones sobre el hecho de que las autoridades argentinas permitieron los operativos de inteligencia del ejército de Uruguay "a finales de diciembre y enero para arrestar a uruguayos refugiados en Argentina".
También se menciona la participación de comandos de inteligencia del ejército uruguayo en el plagio de exiliados del Grupo Accionista Unificado (GAU), el Partido Comunista Revolucionario y el Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros).
En el documento sobresale el tema de la extorsión a los militantes secuestrados y en este caso desaparecidos, como ocurrió con los uruguayos llevados al centro clandestino de detención Automotores Orletti, considerado una de las sedes de la Operación Cóndor en Argentina.
El secuestro y tortura de militantes del Partido por la Victoria del Pueblo tenía además como finalidad para los militares argentinos y uruguayos apoderarse de dinero del grupo político. "Los comandos especiales", al mejor estilo de las mafias, pidieron 2 millones de dólares para liberar al dirigente Gerardo Gatti, hoy desaparecido.
Se ha establecido también que en el temible centro de Orletti se pidió dinero a las familias de los uruguayos secuestrados aquí, Adalberto Soba y Alberto Mechoso, también hasta ahora desaparecidos.
Según el nuevo documento desclasificado, hubo otro caso de extorsión de los militares argentinos y uruguayos, los que pidieron 8 mil dólares a una familia para liberar a uno de los secuestrados entregados entre finales de 1977 y principios de 1978.
De acuerdo con el diario La República de Montevideo, la lista que aparece en el documento coincide con la de 20 uruguayos secuestrados en Argentina en diciembre de 1977, que continúan desaparecidos.
Así la historia del horror sigue entretejiendo sus hilos; hace unos días el abogado uruguayo Oscar López Goldaracena y un grupo de familiares de las víctimas dieron a conocer el documento.
En el documento desclasificado se especula con una supuesta "devolución de favores" ya que Uruguay entregó a Argentina al dirigente montonero Oscar de Gregorio, detenido en Colonia en noviembre de 1977.
Hay otros temas a investigar en este caso y aunque hay tachaduras como en todo documento desclasificado, se da la lista de los nombres de los 21 refugiados ilegalmente entregados.
El nuevo descubrimiento sigue complicando las relaciones entre los organismos humanitarios, familiares de las víctimas y el gobierno del presidente uruguayo Tabaré Vázquez, que ha sufrido una ola de críticas por su reciente discurso de reconciliación nacional durante el último acto por el Nunca Más, al que no asistieron este año diversas organizaciones.
El discurso ha sido rechazado por esos organismos, los familiares y la izquierda más radical del Frente Amplio. Para algunos dirigentes de la central sindical PIT-CNT, como Luis Puig, el mandatario ha "partido de un concepto erróneo al hablar de una guerra entre hermanos. Aquí no hubo una guerra entre uruguayos, sino la imposición del terrorismo de Estado".
La PIT-CNT es parte importante del gobernante Frente Amplio.
El semanario Brecha menciona que estos documentos "confirman las denuncias de los familiares de las víctimas en la ola represiva desencadenada entre diciembre de 1977 y agosto de 1978 por comandos uruguayos coordinados con el ejército y la policía de Argentina".
Por tanto, se considera que el "nunca más como recurso de reconciliación" no solamente aparece como prematuro, sino que además ayuda a la determinación de los mandos militares uruguayos para mantener oculta la documentación oficial que permitiría acceder a la historia completa del terrorismo de Estado".