El titular de la Sectur advierte que serán destruidas construcciones irregulares
Cambios a la Constitución, piden empresarios del ramo turístico
Las autoridades deben ser más "bondadosas" en beneficio del desarrollo que promueven, señalan
Exigen que se pueda edificar en manglares, limpieza de playas y más estímulos fiscales
El desarrollo ordenado del turismo y la protección ambiental se han convertido en dos temas delicados entre los empresarios del sector turístico y el secretario del ramo, Rodolfo Elizondo, quien les advirtió que el gobierno debe ser coadyuvante de la inversión, pero también vigilante de la ley, por lo que además de pedir sanciones penales para los munícipes corruptos, propuso que se destruyan las construcciones irregulares de empresarios involucrados en la violación de licencias de construcción y uso de suelo.
En abierta discrepancia, el presidente de Grupo Posadas, Gastón Azcárraga, señaló que los tres niveles de gobierno deben ser más bondadosos en beneficio del desarrollo económico que representan los desarrollos turísticos, actuar como coadyuvantes, "generar reglas sensibles a beneficio del sector" y no actuar como obstáculos.
Asimismo el presidente de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), Ernesto Coppel Kelly, aseguró en la Asamblea 2007 del organismo, que el negocio inmobiliario turístico en México tiene un enorme potencial debido a que puede aspirar a captar un alto porcentaje de los 78 millones de baby boomers, o pensionados estadunidenses, que estarán en condiciones de viajar y comprar propiedades en los próximos tres años.
Sin embargo, precisó, los empresarios "necesitamos congruencia y todos los apoyos necesarios", que incluyen la modificación del artículo 27 constitucional para que los extranjeros puedan comprar de forma directa propiedades en playas y zonas fronterizas; que se les permita construir sobre manglares, que el gobierno limpie las playas y ordene el ambulantaje, mejore las vías de acceso a los centros turísticos, otorgue más estímulos fiscales y concesiones playas, entre otras exigencias.
A Ernesto Coppel Kelly se le deben frases como la de "bendito Estados Unidos por estar tan cerca de México", "yo me dedico a barbear a los presidentes municipales", así como la propuesta de replantar los manglares que se afecten en una construcción o reproducirlos en viveros, ambas inviables según especialistas.
Ante estas posturas, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, dejó en claro que al gobierno del presidente Felipe Calderón sí le interesan las inversiones, el desarrollo económico y la generación de empleos que puede aportar la actividad turística, pero no a costa del crecimiento desordenado y la violación de leyes que para muchas autoridades municipales y empresarios son letra muerta, las omiten o simplemente las violan.
Aclaró ante el empresariado que el gobierno tiene como función coadyuvar a que puedan realizar su labor de la manera más fluida posible, pero siempre con apego a las leyes mexicanas, lo que incluye respetar los ordenamientos urbanos y ecológicos, nunca a favor de la depredación y perjuicio a las comunidades que crecen alrededor de los desarrollos turísticos.
Aseguró que en cada destino del país existen leyes que regulan la construcción, prevén el desarrollo urbano, el crecimiento armónico de los centros turísticos y las comunidades, y sin embargo para muchas autoridades municipales son letra muerta "por la omisión o falta de responsabilidad de los munícipes que simplemente no las observan y se olvidan que lo de menos es crecer , que se hagan cada vez más edificios, el verdadero problema es cómo se cumple con la infraestructura de servicios que eso requiere y eso es preocupante".
Precisó que la Secretaría de Turismo no quiere ser quien regule las licencias de construcción ni el uso de suelo, sino que sigan siendo los presidentes municipales los que deben ser también los interesados en crecer de forma ordenada y facilitar una mejor vida a sus habitantes.
Lo que si promoverá a Sectur, dijo es que se trabaje en establecer sanciones penales para aquellas autoridades municipales que violen sus propias leyes, que incurran en actos ilícitos, irregulares y hasta corrupción, y al mismo tiempo garantizar que los empresarios que participen como contraparte en transacciones irregulares no sean sometidos sólo a una simple sanción.
"Si se les otorgó un permiso para construir un edificio de 10 pisos y construyen uno de 20, pues bonito negocio, hay que tirarles los 10 pisos que sobran", hay que buscar fórmulas para evitar este desorden, que los empresarios compartan la responsabilidad, cuiden los atractivos turísticos e identidad de cada destino.
"La autoridad del Estado no puede cumplir con lo que pide el sector empresarial si ellos no hacen una autocrítica y ven lo que debe aportar para entonces responder a sus necesidades", advirtió Elizondo.