Los atlantistas cifran sus esperanzas en la directiva para que les consiga casa
La gente de Cancún nos espera con ilusión: Vilar
La reacción de los habitantes de Cancún a la llegada del Atlante no es motivo de preocupación para el portero Federico Vilar, ya que tras una reciente visita al centro turístico pudo comprobar que los esperan con ilusión.
"Obviamente la gente del pueblo, que es la que a nosotros nos interesa; no el turista, sino el taxista, los trabajadores de los hoteles, los que viven en la ciudad", explicó el guardameta luego de las prácticas de acondicionamiento físico que realizó el equipo en el bosque de Tlalpan.
En ese sentido, afirmó que lo importante no es la sede sino la posibilidad de jugar futbol, "más allá de que sea en Cancún, en México o donde me toque estar. Quiero hacer una carrera importante para que el día de mañana pueda estar tranquilo", expresó.
El argentino explicó que para encarar el próximo torneo en su nueva casa, el cuerpo técnico "ya busca refuerzos" encaminados a cubrir la zona de ataque, entre los que se mencionan los nombres del venezolano Giancarlo Maldonado y el chileno Michael Silva.
Por otra parte, aunque en el plantel aseguran que el traslado a Cancún lo viven sin preocupaciones, lo cierto es que el tema de los altos costos de la vivienda sigue en boca de los jugadores, que mantienen sus esperanzas en la directiva, e inclusive en el gobierno del estado de Quintana Roo para solucionar esta dificultad.
"Espero que ellos entiendan (gobierno estatal) que (Cancún) es una ciudad virgen en cuanto al futbol", dijo Joel Chícharo González, quien admitió que también espera les "echen una mano" para conseguir casa a mejor precio y dar gusto al público quintanarroense. "Ojalá no nos fallen; nosotros tampoco les fallaremos", expresó.
Renuente a aceptar que la incertidumbre de la mudanza afecte la concentración del equipo, el Chícharo sostuvo que deben comportarse como profesionales y estar mentalmente fuertes para que todos los asuntos extrafutbolísticos pasen a segundo plano y no los distraigan.
Por su parte, Gabriel Pereyra no se inquieta porque, señaló, la directiva tiene personal que busca las viviendas de los jugadores, por lo que confió en que cuando lleguen al centro turístico "habrá muchas casas para que cada uno pueda elegir.
"Ya me lo hicieron saber, cada jugador llena una ficha con lo que necesitará, lo que quiere, cómo es la familia, y de eso se encarga el club", puntualizó.