Es una masacre a la educación: Martínez della Rocca
55% de jóvenes capitalinos desertan del bachillerato en el primer año: ALDF
El 55 por ciento de los jóvenes capitalinos que entran por primera vez al nivel de bachillerato desertan durante el primer año de estudios, fundamentalmente por la presión de tener que trabajar para sostener económicamente sus hogares, mientras que en el caso de la secundaria, 20 por ciento de los adolescentes que deberían estar en ese nivel no logran su cometido, y otro porcentaje similar abandona las aulas antes de concluir el primer grado.
De acuerdo con el presidente de la Comisión de Educación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Salvador Martínez della Rocca, esa cantidad de jóvenes que ven frustradas sus posibilidades de continuar sus estudios se convierten en "semillero de delincuentes y drogadictos", por lo que pidió atender esa problemática que afecta a todas las delegaciones del Distrito Federal.
En conferencia de prensa, y junto con Balfre Vargas, integrante de esa comisión legislativa, se pronunciaron a favor de que el gobierno federal concrete ya la descentralización educativa a favor de las autoridades capitalinas, pues de esa manera se podrán superar los rezagos generados con la tutoría que en este sector ha impuesto en la ciudad de México la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Inclusive, exhortaron a la titular de esta dependencia, Josefina Vázquez Mota, a designar a un grupo de expertos en la materia que puedan establecer contacto con homólogos del gobierno de esta ciudad, y empezar a caminar hacia la concreción de esa descentralización, la cual, dijo, "no la queremos como un botín político sino para poner a la educación pública a la altura de las circunstancias".
Durante la conferencia, Martínez della Rocca consideró que la situación a la que se tiene que enfrentar ese 55 por ciento de jóvenes que cortan sus estudios de bachillerato constituye un "crimen a la cultura o una masacre a la educación".
Añadió que existe mayor preocupación en el Conacyt por desarrollar una política de rescate de cerebros, pero lo que se da es un "aborto de cerebros, y para mí todos los jóvenes son igual de brillantes, siempre y cuando se les den las condiciones para estudiar".
Planteó que el camino más eficaz para combatir la desigualdad social y los "semilleros de delincuentes y drogadictos" es con mayor educación; se tienen que combatir esos males desde el aula, enseñándole a los niños, desde prescolar, los daños que eso les ocasionan, en lugar de utilizar "el palo de la policía".