Sostiene el narcotraficante que las AUC movilizaron a votantes en 2002 en favor de Uribe
Paramilitares utilizaban a México como trampolín para llevar droga a EU: Ochoa
Declara a Semana que Mancuso traficaba mientras dialogaba con el gobierno colombiano
Ampliar la imagen Rodrigo Granda, líder rebelde conocido como el canciller de las FARC, viajó ayer a Cuba en compañía de una comitiva de la Iglesia católica, que lo tiene bajo custodia, y de su abogado, tras asegurar que el viaje a la isla es por motivos de salud y no para realizar gestiones de paz. En la imagen, durante una entrevista en Bogotá el pasado fin de semana Foto: Ap
Santafé de Bogotá, 18 de junio. El narcotraficante colombiano Fabio Ochoa Vasco contó a la revista Semana que la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) utilizaba México como trampolín para introuducir a Estados Unidos gran parte de la droga con la que financiaba sus actividades; que el líder de esa organización, Salvatore Mancuso, escondió a varios criminales en la zona donde se desarrolló el proceso de paz entre las AUC y el gobierno colombiano, y que durante esas negociaciones "Mancuso ingresó 90 millones de dólares" por sus actividades ilícitas, a pesar de que había acordado con las autoridades colombianas suspender estos negocios durante las conversaciones de paz.
En la entrevista con el semanario, Ochoa -quien no tiene relación con el narcotraficante Fabio Ochoa Vázquez, del clan Ochoa- narró también que en 2002 el grupo paramilitar movilizó a los habitantes de los distritos que controlaba para lograr la victoria electoral del entonces candidato presidencial y hoy jefe de Estado, Alvaro Uribe, que habría adelantado ya su intención de emprender un proceso de paz con las AUC. "Una de las promesas era que iba a ser un proceso en donde, si usted estaba acusado de autodefensa o tenía sospechas, se salvaba", explicó.
La oficina del presidente Uribe afirmó que "que nunca solicitó, recibió o utilizó dinero provenientes de narcotraficantes o paramilitares". Ochoa, sin embargo, sostuvo que él mismo participó en la movilización de votantes. "Hice reuniones, contraté autobuses y les di comida el día de las elecciones", aseguró.
El narcotraficante, prófugo de la justicia, entró en contacto con Mancuso a comienzos de 2000 gracias a sus conexiones en México, según explicó a Semana. El primer negocio que dijo haber realizado con el líder paramilitar fue "la importación, a través de Honduras, de fusiles AK y R-15, rockets y municiones". También explicó que la droga que Mancuso vendía -y según algunos reportes todavía vende- en Estados Unidos, pasaba primero por México, adonde llegaba en lancha.
Ochoa declaró que la región de Santa Fe de Ralito, donde tuvieron lugar las negociaciones entre el gobierno colombiano y las AUC entre 2003 y 2005, estaba lejos de cumplir con las exigencias del gobierno. Según la entrevista, en la zona de diálogo estaban ocultos al menos diez "extraditables", además de que Mancuso tenía escondidas en esa área "72 toneladas de coca listas para exportar" y, en 2005, después de firmado el acuerdo por el cual se desmovilizaron las AUC y se comprometieron a no cometer más delitos, el líder de la organización "sacó de ahí 23 mil kilos" de cocaína y los repartió entre sus lugartenientes.
Las declaraciones de Ochoa parecen confirmar una información publicada por Semana a mediados de mayo pasado, según la cual las actividades criminales de los líderes paramilitares no sólo no pararon durante las negociaciones, sino que continúan hoy, sólo que ahora los integrantes de las AUC las controlan desde la cárcel.