No existe uno de los manantiales de los que depende el suministro, advierte ONG
Inviable, el proyecto Acueducto II, que abastecería a Querétaro
El río Moctezuma aportará sólo 59 por ciento del caudal previsto, dice el Grupo de los Cinco
Ampliar la imagen Manuel Urquiza Estrada, vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas; Bernardo Quintana, presidente de ICA, empresa integrante del grupo ganador de la licitación de Acueducto II; Francisco Garrido Patrón, gobernador de Querétaro, y Manuel González Valle, presidente municipal de la ciudad de Querétaro, durante la firma del contrato para realizar la obra, el 24 de mayo Foto: Demián Chávez
Querétaro, Qro., 17 de junio. El proyecto Acueducto II, con el cual el gobierno estatal prevé dotar de agua a esta capital durante los próximos 30 años con una inversión superior a 2 mil millones de pesos, no es viable, pues el caudal del río Moctezuma, desde donde se llevará el líquido hacia Querétaro y dos municipios más, sólo genera 59 por ciento del total que pretende obtener, y el manantial Infiernillo, que presuntamente aporta agua al mencionado río, no existe.
Especialistas en hidráulica de la organización no gubernamental (ONG) Grupo de los Cinco, que incluye militantes del Partido Acción Nacional (PAN) y catedráticos e investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), advirtieron en junio de 2006 al gobernador Francisco Garrido Patrón sobre la inviabilidad del proyecto Acueducto II. En su momento, argumentaron que río Moctezuma aporta sólo 59 por ciento del caudal y dos pequeños manantiales contribuyen con apenas 2.5 litros de agua por segundo.
De igual forma, el Grupo de los Cinco presentó a la administración estatal dos proyectos para obtener agua, con una inversión 50 por ciento menor a los 2 mil millones de pesos presupuestados para el Acueducto II.
Sin embargo, la ONG no fue escuchada y el 24 de mayo Garrido Patrón firmó con el grupo ICA (una de las cuatro compañías que forman el consorcio que ganó la licitación) el contrato para la obra.
Garrido Patrón presentó oficialmente el proyecto Acueducto II el 7 de abril de 2006. Lo calificó de obra ''sin precedente'' desde 1738, cuando se edificó el acueducto de Querétaro, cuyos 74 arcos son distintivo de la capital queretana y del estado.
En esa presentación, el mandatario indicó: ''El agua provendrá del manantial El Infiernillo, ubicado en el río Moctezuma, unos cuatro kilómetros aguas debajo de la formación rocosa que da lugar al cañón del mismo nombre (...) El agua (del Moctezuma) es de gran calidad, y no ocasionará efectos ambientales negativos''.
También se informó que se esperaba un caudal de 50 millones de metros cúbicos al año para abastecer no sólo la zona metropolitana de Querétaro, sino también los municipios de Cadereyta y Ezequiel Montes.
Surgen inconsistencias
El Grupo de los Cinco cuestionó en abril de 2006 al vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Manuel Urquiza Estrada, sobre la disponibilidad de agua. La respuesta fue que el río había sido estudiado durante más de 30 años y que existen registros de ello, pero ''no fueron presentados ni ofrecidos'' a la agrupación para su estudio.
Algunos integrantes de la ONG, a la que pertenecen un fundador del PAN en la entidad, Julio Lorence Hernández; el ex senador Francisco Fernández de Cevallos Urueta, y el ex rector de la UAQ Alfredo Zepeda Garrido, acudieron el 24 de mayo de 2006 al lugar desde donde el gobierno estatal prevé obtener el líquido, y revisaron el caudal.
De acuerdo con un documento que la ONG dirigió a Francisco Garrido, recibido por la Unidad de Atención Ciudadana del gobierno estatal, el 5 de junio de 2006 detectaron que ''el caudal es de sólo 59 por ciento del gasto expresado para el proyecto''.
Los especialistas realizaron mediciones ''en el punto exacto donde se ubica la estación de aforo de la Comisión Estatal del Agua, y observamos que existe un sensor conectado a una estructura de transmisión de datos que lamentablemente se encuentra fuera de operación, al estar apagados los equipos''.
De igual forma, midieron el flujo del caudal y efectuaron un recorrido por el lecho del río, donde ''observamos solamente dos pequeños manantiales conocidos en la región como el Baño Hediondo, cuya aportación al río es de aproximadamente 0.5 litros por segundo, y el del Baño Bueno, cuya aportación es de dos litros por segundo. Lo cristalino de estas aguas contrasta con la turbiedad de las del río Moctezuma en el sitio de estudio'', refiere el documento.