Gloriosa victoria fue encontrado en 2000 en el Museo Pushkin, de Moscú
Un mural de Rivera que estaba perdido figura entre las obras estelares de su muestra homenaje
Ampliar la imagen El mural que Diego Rivera pintó en 1954 y donó a la Unión de Pintores de la Unión Soviética Foto: Archivo
El mural Gloriosa victoria, realizado por Diego Rivera en 1954 y que estuvo extraviado durante casi cinco décadas, será una de las piezas principales de la magna exposición que se realizará en octubre en el Palacio de Bellas Artes para conmemorar el cincuenta aniversario luctuoso del artista.
La obra pertenece al acervo del Museo Pushkin de Moscú y -como informó en primicia La Jornada en 2000, cuando fue hallado- se trata de una pintura monumental sobre tela y enrollable, que Rivera regaló al gobierno soviético durante sus años de militancia comunista.
La muestra que prepara Bellas Artes, para montarse inmediatamente después de que concluya el homenaje nacional a Frida Kahlo, estará dedicada al quehacer muralístico de Diego e incluirá alrededor de 250 obras.
También se ocuparán todas las salas del Museo del Palacio de Bellas Artes y se presentarán seis murales ''transportables", entre ellos La piñata, realizado para el Hospital Infantil de México, además de planos y bocetos.
Crítica al intervencionismo estadunidense
Gloriosa victoria mide 260 por 450 centímetros, cuenta con una inscripción que hizo de puño y letra el maestro: ''7 de noviembre de 1954. Diego Rivera. Colaboradoras Rina Lazo, Ana Teresa".
Según los catálogos del Museo Pushkin, el mural fue un regalo que hizo Rivera a la Unión de Pintores de la Unión Soviética, agrupación que a su vez lo donó a ese recinto en 1958, donde se ha expuesto en varias ocasiones.
Según relató hace siete años Juan Pablo Duch, corresponsal de este diario en Moscú, el estado del mural, que actualmente está enrollado en las bodegas del museo, era satisfactorio, ''excelente, maravilloso".
En un principio, fue confundido con un mural de Rivera que permanece extraviado, titulado Pesadilla de guerra y sueño de paz. Inclusive, la propia Sari Bermúdez, cuando fungía como presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, confundió Gloriosa victoria con la obra que Rivera regaló a China y que se cree fue destruida en algún momento de la revolución cultural en el país asiático.
Gloriosa victoria fue creado por el artista para denunciar la intervención imperialista en Guatemala. Entre otros detalles que reflejan una acre crítica del muralista hacia la política estadunidense, aparece una bomba con la cara del entonces presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower.
El mural se expondrá también en los museos Diego Rivera-Anahuacalli y Dolores Olmedo, recintos que preparan sendos homenajes dedicados al gran pintor mexicano.