Requiere 79 hospitales generales y 71 clínicas familiares, entre otras unidades
Urgen al IMSS $44 mil millones para superar atención deficiente
El instituto entregará este reporte al Presidente y al Congreso de la Unión el 30 de junio
Ampliar la imagen Entre los rezagos más graves del IMSS destaca la falta de medicamentos para atender a sus derechohabientes. En la imagen, una mujer muestra la receta que no ha podido surtir en varias semanas Foto: Guillermo Sologuren
La deficiente calidad de los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) podría superarse si se construyen 79 hospitales generales, 71 clínicas familiares y 40 unidades de medicina ambulatoria, una inversión calculada en 44 mil millones de pesos; sin embargo, una vez aprobados esos recursos, aún tendrían que pasar cinco años para poner en marcha esas unidades médicas.
De acuerdo con el reporte anual sobre la situación financiera del instituto, que deberá entregarse al Presidente y al Congreso de la Unión el próximo 30 de junio, en los pasados 25 años se registró un declive constante en el número de camas, el principal recurso en la atención a la salud. De 1.85 camas por cada mil afiliados que había a principios de los años 80, actualmente sólo están disponibles 0.83.
Esta cifra es "mala", incluso para un país con un nivel de desarrollo inferior al de México.
El dato se suma al déficit actuarial del IMSS, el cual equivale a 36 por ciento del producto interno bruto (PIB), lo que coloca al organismo en una "situación financiera muy difícil".
Otra fuente de problemas en la operación del IMSS son sus pasivos laborales y operativos, que son "altos y crecientes". Según el reporte, para abatir el déficit de los seguros y de sus obligaciones como patrón el IMSS requeriría quintuplicar los ingresos de las cuotas obrero-patronales, lo que se es prácticamente imposible.
A continuación, el reporte oficial explica que entre las medidas para mejorar la situación financiera del instituto no se tiene pensado aumentar las cuotas, porque si esa fuera la respuesta, "el incremento tendría que ser por un monto que resultaría contraproducente".
En el detalle sobre la insuficiencia económica de los seguros que maneja el IMSS, los datos revelan que el de enfermedades y maternidad tiene un déficit equivalente a 10 puntos del PIB, el de salud para la familia asciende a 1.3 por ciento y el del régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) es de 9 por ciento. Con estas cifras y el superávit que presentan los seguros de riesgos de trabajo y de guarderías se obtiene el mencionado 36 por ciento de déficit institucional.
A esto se suman los costos operativos, entre otros, los precios de los medicamentos, que se incrementan en promedio 3.5 por ciento anual. Para el IMSS, este dato es de especial importancia por el constante aumento en el número de adultos mayores que padecen enfermedades crónico-degenerativas de alto costo.
En el documento se apunta que "de por sí" ya resulta onerosa la atención médica que se da a los pensionados que se retiraron al amparo de la ley de 1973 y cuyas percepciones son cubiertas con recursos del erario. "La reforma legal que entró en vigor en julio de 1997 omitió abordar el financiamiento de los servicios clínicos que reciben".
Con relación al pasivo laboral, el reporte menciona que en términos del régimen contractual vigente la carga financiera empezará a disminuir hasta 2017, y sólo en 2050 dejará de ser una obstáculo para la productividad del instituto.
Estrategias institucionales
En estas condiciones, reduccir el déficit (de 36 por ciento del PIB) será posible sólo cuando se aborde el tema de los seguros y el pasivo laboral. Sobre el primero, las alternativas son mejorar la eficiencia interna, especialmente las adquisiciones, la realización de obra pública y la recaudación de las cuotas obrero-patronales.
Respecto del RJP, el documento subraya la necesidad de impulsar un contrato colectivo de trabajo más eficiente, que contribuya a la productividad. Aún así, se admite que estas acciones son insuficientes para resolver el problema del IMSS, por lo que, adelanta, serán necesarias nuevas reformas a la ley del Seguro Social.