Cada año Edomex pierde casi 5 mil hectáreas de zonas arboladas
Constructoras, principales depredadoras de bosques
El mayor deterioro, por cambios de uso de suelo, señala funcionario
Ampliar la imagen Según Probosque, 80 por ciento de la pérdida anual de superficie forestal en el estado de México se debe a la construcción de viviendas e infraestructura y 10 por ciento a tala clandestina. En imagen de archivo, obras del conjunto habitacional Los Alamos, en el poblado de La Candelaria Tlapala, cuyos vecinos señalaron que la proliferación de fraccionamientos pone en riesgo la recarga de acuíferos en la subcuenca de Chalco Foto: René Ramón
En el estado de México cada año son devastadas 4 mil 476 hectáreas de bosques, de las cuales 80 por ciento se destinan a la construcción de vivienda e infraestructura urbana; 10 por ciento se pierden por tala inmoderada y el resto por otras causas, entre ellas los incendios, informó Jorge Rescala Pérez, director de Protectora de Bosques (Probosque).
El funcionario explicó que, con uno por ciento del territorio nacional y más de 15 millones de habitantes, el estado de México es la entidad más poblada del país y el crecimiento demográfico amenaza importantes zonas forestales de régimen ejidal y comunal.
A la construcción de viviendas e infraestructura y dotación de servicios se destinan cada año 3 mil 580 hectáreas, mientras que la tala acaba con 448, precisó el funcionario en entrevista.
Probosque tiene detectadas seis zonas críticas de tala clandestina: el parque Izta-Popo, Sierra de Zempoala, Sierra del Nevado, zona de la mariposa monarca, Sierra de las Cruces y Sierra de las Goletas.
Durante el gobierno de Arturo Montiel Rojas (2000-2006), la construcción de vivienda tuvo un auge, con la edificación de 600 mil casas de interés social.
El gobierno de Enrique Peña Nieto mantiene esa política, sobre todo en Valle de Bravo, Jilotzingo, Nicolás Romero y Cuautitlán Izcalli, entre otros municipios donde se destruyen zonas arboladas. En las inmediaciones del lago de Guadalupe han sido talados más de 5 mil árboles para edificar residencias.
Jorge Rescala dijo que Probosque ha enviado oficios a cada uno de los alcaldes de la entidad para que no autoricen cambios de uso de suelo de forestal a urbano.
Mientras, en la ciudad de México, el Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón solicitó al secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, que no extienda un permiso de explotación forestal a San Miguel Aloapam, ya que el alcalde de esa localidad, Fidel Alejandro Cruz Pablo, amenazó al agente municipal de San Isidro Aloapam y a su cabildo con ''encarcelarlos'' si se oponen a la explotación del bosque comunal.
En un escrito entregado ayer en la Semarnat se menciona que el 3 de junio el agente municipal de San Isidro Aloapam, Ricardo Alavez Méndez, fue citado con su cabildo en la oficina municipal de San Miguel Aloapam, donde los amenazaron para que dejen de oponerse a la explotación del bosque en los parajes que ambas partes disputan.
La comisión asentó que hace 28 años San Isidro Aloapam lucha en los tribunales por el reconocimiento de los derechos sobre 6 mil 239 hectáreas. En enero el segundo tribunal colegiado del decimotercer circuito de Oaxaca negó el amparo 336/2006 a San Miguel Aloapam y confirmó a 115 indígenas zoques de San Isidro Aloapam su carácter de comuneros. Sin embargo, las autoridades de San Miguel se niegan a ejecutar la sentencia y advirtieron que podrían atacar a las mujeres de San Isidro, como ocurrió el 11 de agosto de 2002.
Agregó que la comunidad de San Isidro presentó ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) una denuncia por la tala ilegal contra San Miguel Aloapam, pero sus habitantes, con apoyo de las autoridades municipales y ambientales, siguen abriendo brechas para la explotación en zonas que no fueron autorizadas.
Dijeron que Francisco Reyes Cervantes, gerente de la Comisión Nacional Forestal en Oaxaca, aseguró que 21.1 hectáreas del bosque están infestadas por el gusano barrenador y responsabilizó a la comunidad de San Isidro del daño que dicha plaga cause al resto del bosque por no permitir el saneamiento, comentó la agrupación.
''Para el funcionario ya no existe ningún conflicto social entre ambos poblados y por ello pretende, con la Semarnat, autorizar la explotación de 13 mil 518 hectáreas del bosque, lo que generará un desequilibrio en los yacimientos de agua que sirven a las poblaciones aledañas'', abundó la comisión.