Ataque de pánico... coincide con los 30 años de God Save the Queen, de los Pistols
Con música, video y fotos reviven en Londres la esencia del punk
"Hace tres décadas los artistas también se dejaban consumir por el dinero y el lucro"
El 18 de octubre de 1976, cuando se inauguró una revolucionaria exposición en el Instituto de Artes Contemporáneas de Londres (ICA, por sus siglas en inglés), el despliegue de imágenes pornográficas, cadenas, jeringas y tampones usados fue tan incendiario que la galería londinense se vio obligada a descolgar las obras y a guardarlas en cajas.
El espectáculo, Prostitución, presentado por el grupo artístico COUM Transmissions, provocó pánico moral en el Parlamento y saludó la llegada del punk a la escena artística de Londres. Un año más tarde le siguió la incendiaria cubierta de Jamie Reid para el álbum God Save The Queen, de The Sex Pistols, que hacía mofa de la monarquía y se convirtió en catalizador visual del movimiento punk.
Durante la siguiente década, una multitud de artistas británicos y estadunidenses, entre ellos Malcolm McClaren, Gilbert & George, el artista del graffiti Jean-Michel Basquiat y el cineasta Derek Jarman, acosaron al establishment cultural con un trabajo que resume los años del punk entre mediados de los setentas y los primeros ochentas.
Aunque el punk era un movimiento principalmente musical, la exposición que se inauguró el pasado 5 de junio en la Galería de Arte Barbican, de Londres, reúne esculturas, fotografías e instalaciones de video para mostrar la manera en que sus temas se reflejaron en el trabajo artístico del periodo.
El espectáculo Panic Attack! Art in the Punk Years (¡Ataque de pánico!: arte en los años del punk) coincide con el trigésimo aniversario del jubileo de plata de la Reina y con el lanzamiento del sencillo de los Pistols, God Save the Queen.
Este esfuerzo agrupa 150 trabajos de 30 artistas, muchos de los cuales se refieren a la descomposición urbana y la inestabilidad económica.
Stephen Willats elaboró una visión del paisaje del Londres posindustrial, al incorporar imágenes de residentes de un barrio pobre de Hayes. Marta Rosler instaló una cámara dentro de un coche que transitó a lo largo de un barrio latino de San Francisco para capturar la subcultura urbana contra la banda sonora de un noticiero sobre la revolución nicaragüense y el rocanrol estadunidense.
Otros artistas, como el colectivo londinense COUM Transmissions, se hicieron famosos al utilizar el cuerpo para "estirar" los límites del performance. Cosey Fanni Tutti, integrante del grupo, trabajó en la industria del porno en Londres para reunir el material del espectáculo Prostitución, en el ICA.
La artista se muestra en posturas explícitamente pornográficas en imágenes de revistas que ostentan títulos como Mi instructora de manejo me dio una lección de lesbianismo en su coche.
Tutti, quien tenía 21 años cuando modeló de manera "encubierta" para revistas pornográficas y películas, dijo que quiso canalizar sus "experiencias de primera mano" dentro de su trabajo artístico para expresar una idea sobre la identidad femenina.
De la misma manera, afirmó que el espectáculo provocaba una respuesta explosiva tanto en el establishment como entre las feministas radicales y la industria del porno.
Ira parlamentaria
El diputado conservador Nicholas Fairburn calificó el material de "ultraje enfermizo". Una representante de la revista Spare Rib, ofendida por el material gráfico de la autora, persiguió a Tutti "por toda la galería". Después de eso, la artista fue colocada en la lista negra de varias revistas porno que sintieron que había abusado de su confianza.
Tutti no se arrepiente de su contribución. "El mundo del arte se dejó consumir por el dinero y el lucro", afirmó. "Esta es una crítica a la industria del arte y a cómo se estaba, literalmente, prostituyendo a sí misma. Estábamos absortos en nuestro trabajo y no teníamos ni idea de que sería tan impactante.
"Tuve que tomar mis imágenes de la pared y meterlas en cajas para exhibirlas a los espectadores que lo pidieran. Tuvimos que crear una membresía, porque la obra se veía como pornografía, aun cuando se trataba de una reflexión acerca de la identidad.
"Generó tal cobertura mediática que comenzamos a coleccionar los artículos y a pegarlos en la pared. Eso alimentó la exposición", dijo Tutti.
Mark Sladen, curador del espectáculo, consideró que se había creado un escándalo nacional. "Gran Bretaña vivió una serie de escándalos culturales entre 1976 y 1977, entre ellos la exposición Prostitución.
"Un mes después del espectáculo ocurrió la famosa entrevista de The Sex Pistols con Bill Gruñid, punto de partida de su notoriedad nacional e internacional, que culminó en junio de 1977 con la cubierta de God Save the Queen", dice Sladen.
La exposición estará abierta hasta el 9 de septiembre.
Traducción: Jorge Anaya