En el mundo, 5% padece déficit de atención: OMS
A escala global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que 5 por ciento de la población padece síndrome de déficit de atención (SDA). En México se calcula que entre 5 y 6 por ciento de los menores de entre 6 y 16 años lo enfrentan, lo que quiere decir que alrededor de un millón 600 mil niños tienen ese problema, señaló la especialista en este tema, Lourdes Arnaldo Segura.
Arnaldo Segura sostuvo que hay que desterrar ciertos mitos, como considerar que el SDA es un estado de ánimo o que se deriva de una mala estructura familiar, pues es un mal en el que existe una "alteración de los mecanismos de neurotransmisión, es un estilo de función del sistema nervioso central y no es una enfermedad que se cure, pero sí es tratable".
La experta, quien es directora del Centro de Integración Psicológica y Educativa (CIPE), alertó respecto al "sobrediagnóstico" que actualmente existe de esta enfermedad, es decir, que se están diagnosticando muchos menores con el mal, aunque no lo padezcan.
Pidió a los padres tener cuidado y acudir con expertos en el tema para que realicen el diagnóstico adecuado: neuropediatras o paidosiquiatras (siquiatras infantiles), sobre todo cuando al menor se le quieran administrar medicamentos, y acotó que este diagnóstico sólo puede arrojar resultados fidedignos cuando el menor tiene más de siete años, pues conductas relacionadas con el SDA, muchas veces, hasta antes de la citada edad son normales en los niños.
Otra de las ideas que se deben desechar es la de que se piense que sólo son infantes los que experimentan el síndrome, pues al no ser curable, sostuvo que el mal se mantiene también durante la vida adulta, pero refirió que lo único que cambia es el tipo de comportamientos, por ejemplo, la impulsividad se manifiesta de diferente forma y advirtió que si existe un tratamiento desde la niñez es más fácil, durante la adultez, canalizar el "exceso de energía" que muchas veces muestran estos pacientes.
Abundó que existen tres tipos de SDA. El primero es el de "baja atención" y en él los pacientes tienen dificultades para sostener por periodos prolongados la atención en algo; muchas veces "parece que no escuchan lo que se les dice, tienen problemas para cambiar su foco de atención, por lo general no terminan lo que empiezan, tienen dificultad para organizarse, evaden actividades que requieren atención sostenida y suelen perder las cosas".
El segundo tipo de SDA es el impulsivo hiperactivo. "Estos menores no pueden permanecer quietos ni menos sentados, tienen dificultad para esperar su turno en conversaciones y no miden las consecuencias de sus actos". El tercer tipo es el combinado, que es el más complicado de tratar, pues presenta rasgos de las dos formas mencionadas anteriormente.
Arnaldo resaltó que estos menores por lo general tiene un alto coeficiente intelectual, pero no tiene buenos resultados escolares, pues generalmente los maestros no detectan el mal, sino que creen que son actitudes de rebeldía que pueden ser controladas por los niños. Por ello -dijo- se requiere de información.