Entrevista a BEATRIZ ZAVALA PENICHE, SECRETARIA DE DESARROLLO SOCIAL

El gobierno prevé abatir la pobreza en 20 o 30 años

Ambicioso, querer reducir el problema en un sexenio, dice

La funcionaria federal admitió que no se puede asegurar que se cumplirán las metas previstas, pues el crecimiento económico sostenido del país depende de lo que suceda en Estados Unidos, "nos guste o no"

ALMA E. MUÑOZ

Pese a que el gobierno federal proyecta en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que durante el actual sexenio se reduzca en 30 por ciento la pobreza extrema, la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Beatriz Zavala Peniche, no garantiza que esto así ocurra.

"Yo no puedo asegurar al ciento por ciento, como creo que ningún mexicano puede hacerlo, que nos va a ir bien en el sentido de lo planteado". No obstante, manifestó, vamos a conjuntar los esfuerzos de las políticas económica y social y, ante esto existen posibilidades de que sí "podamos revertir ese problema".

Al preguntarle, en entrevista con este diario, sobre el número total de mexicanos que, según esperan, mejorarán sus ingresos y nivel de vida en este sexenio, la funcionaria expuso que la única meta planteada en torno a esto tiene que ver con intentar sacar de la pobreza extrema a 5 millones 700 mil personas. Esa, asentó, ya es una proyección "muy ambiciosa", pero tampoco tenemos "la varita mágica" para sacar a todos de esa condición.

Población muriendo de hambre

La perspectiva, indicó, es reducir en 10 por ciento el número de pobres -49 millones en la actualidad- dentro de unos 20 o 30 años (según consta en el PND), y en ese mismo periodo lograr que en México ya no haya más personas que "se estén muriendo de hambre".

Zavala admitió que no hay garantía sobre un crecimiento económico sostenido, porque "la economía de México depende de la de Estados Unidos y las recesiones en aquel país nos pegan a nosotros, nos guste o no".

Advirtió que el gobierno federal pretende conseguir que el crecimiento de la economía se mantenga anualmente en 5 por ciento, además de que se generen en ese lapso 800 mil empleos formales.

Además, aceptó que el incremento al precio de la tortilla, a principios de año, tuvo impacto negativo entre las personas en pobreza patrimonial -aquellas cuyos ingresos no les alcanzan para vestido, alimentación, calzado, vivienda, salud, transporte público y educación-, y señaló que en estos momentos aún continúan en revisión los programas de desarrollo social para determinar los cambios que tendrán que realizar a fin de cumplir con las metas que tienen planteadas.

La secretaria inició la conversación, en sus oficinas centrales, enumerando las principales metas que en materia de desarrollo social se plantean en el PND. "Primero, reducir la pobreza extrema en 30 por ciento al 2012". Es decir, pasar de casi 19 millones de personas a 13 millones 300 mil, aproximadamente.

Segundo, aumentar el número de años escolares de la población entre 15 y 24 años, en promedio, de 9 a 12.5; y disminuir la mortandad infantil en niños menores de cinco años, a 20 defunciones por cada mil nacidos vivos, cuando en la actualidad la cifra es de 25.

-¿Cómo pretenden lograr la reducción de la pobreza extrema? El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) demostró que durante el penúltimo año de gestión de Vicente Fox, la cifra se incrementó en un millón de personas.

-La respuesta que el Coneval me ha dado va en relación con las catástrofes naturales que hubo en años recientes, que por cierto fueron varias y fuertes. El porcentaje es muy bajo, pero importante, y es necesario revertir esa curva para que no vaya a la alza, sino que esté yendo a la baja, y eso no cambie. La explicación que me dieron los consejeros es que (el repunte) está relacionado con las zonas del sureste del país, en estados donde se concentra en mayor proporción la pobreza extrema.

Otros tipos de pobreza

-¿Considera que efectivamente habrá una reducción de la población sin suficientes recursos económicos?

-Yo no soy especialista en temas económicos, la verdad, pero la política económica está siendo bien conducida porque tenemos estabilidad y porque van a conjuntarse esfuerzos para incentivarla, pero no puedo asegurar ciento por ciento, como creo que ningún mexicano puede hacerlo, que nos va a ir bien en el sentido de lo planteado. Pero sí puedo afirmar que vamos a conjuntar los esfuerzos de la políticas económica y social, porque de nada nos sirve tener finanzas públicas sanas si no estamos vinculando el desarrollo económico a la microeconomía de las familias en pobreza, y en esa parte es donde nosotros vamos a incidir. Por eso confío en que sí podamos revertir la pobreza.

-Pero aunque saquen al 30 por ciento de la gente de esa condición, ésta seguirá siendo pobre.

--Sí, claro, pero en otro tipo de pobreza, ya no estarán en la extrema.

-¿Y que van a hacer para combatir el círculo de pobreza en términos generales?

-Ahí es donde más (fuerte debe ser) el vínculo de la economía, desafortunadamente. Lo digo porque es algo que está fuera de nuestro alcance tangible y está fuera de México. No quiero pasarle sólo la bolita a (las secretarías de) Economía y Hacienda, y a los que se encargan propiamente de la política económica en este país, porque vivimos en un mundo global, nos guste o nos guste, y la economía de México está regida por la Estados Unidos. Las recesiones en aquel país nos pegan a nosotros, nos guste o no nos guste.

"Pero yo creo que la pobreza patrimonial, que gran parte podemos ubicarla en zonas urbanas y semiurbanas, es la más directamente relacionada con los ires y venires y la fluctuación de la economía. Ahí es donde tenemos que vincular, a través de una política social adecuada, y de programas focalizados, la superación de personas sin recursos.

-Es decir, ¿no podemos hablar de un compromiso para reducir ese círculo, tal y como se plantea en pobreza extrema?

-Pues sí podemos porque los 49 millones de mexicanos en pobreza de patrimonio engloban también a la pobreza extrema. Si tu reduces ésa, estás reduciendo el total de pobreza también.

"En el plan 20-30 hablamos de reducir la pobreza patrimonial, es decir, toda la pobreza en su conjunto en 10 por ciento. Nos estamos enfocando a la pobreza que requiere atención de manera urgente porque esos están muriendo de hambre, en pocas palabras. Entonces vamos a atender lo más apremiante.

-¿Por qué hablar de 20-30 años, por qué no decir lo podemos hacer en un sexenio?

-Hablar de 30 por ciento de reducción de la pobreza extrema en estos años me parece sumamente ambicioso, y sumamente triste porque todavía van a quedar 13 millones de mexicanos en pobreza extrema, pues estamos calculándolo incluso sobre un crecimiento económico que no se tiene al día de hoy. Y tampoco tenemos la varita mágica. La economía de México también depende del resto del mundo, entonces me parece sumamente ambicioso. Se tienen que sumar esfuerzos de todas las dependencias de gobierno y de la sociedad y la iniciativa privada para lograr esas metas.

"Qué más quisiéramos que acabar completamente con la pobreza extrema en seis años. Eso se considera en el plan 20-30: hablamos de reducirla a cero, y está calculado con base en las cifras que damos para el 2012".

-No podemos dejar de lado que se habla de la posibilidad del IVA en alimentos y medicinas, y que el incremento al precio de la tortilla tuvo impactos.

-Ese es un buen punto, por ejemplo, que va a salir a lo mejor en la (próxima) medición de la pobreza, pero habría que evaluar con un poquito más de precisión. Casi el 70 por ciento de la población en extrema pobreza se encuentra, en mayor proporción, en las zonas rurales del país y por datos del INEGI sabemos que 60 por ciento no consume tortillas de los molinos o de los supermercados o tortillerías, y 40 por ciento hacen sus propias tortillas. Afortunadamente les afectó un poco menos que al resto de la población con escasos recursos económicos.

Pero, admite, los que están en pobreza patrimonial, que se encuentran en las zonas urbanas, son "las que han sido más afectadas porque consumen tortillas hechas".

-¿De cuánta afectación estamos hablando?

-Prácticamente un 70 por ciento de esa población fueron las más afectadas. (Es decir, de 24 millones que se contabilizan, 16.8 millones de personas, en promedio).