El director del instituto culpó de las fallas a ex empleados
Las dificultades de operación en el INER se prolongarán 3 semanas
Por la falta de compromiso y diversas irregularidades que constituyeron un daño patrimonial en perjuicio del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), se decidió rescindir el contrato de José Manuel Alvarez Zavaleta, quien se desempeñaba como jefe de la Unidad de Medicina Nuclear, aseguró Fernando Cano Valle, director de la institución.
Dijo que desde 2006 y hasta en tres ocasiones, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias suspendió la licencia de funcionamiento de la Unidad de Medicina Nuclear, debido a que Alvarez Zavaleta incumplía con su trabajo. No hacía los informes ni los trámites correspondientes, además de que "inexplicablemente, el equipo se descomponía con frecuencia".
Entrevistado al término de la ceremonia por el Día Mundial sin Fumar, Cano Valle afirmó que la unidad en cuestión sí cuenta con la licencia de funcionamiento. Lo que pasa, indicó, es que la gammacámara con la que se realizan los estudios de radioisótopos está descompuesta; más bien, dijo, "la descompusieron".
En cualquier caso, actualmente el INER realiza un proceso de sustitución de equipos y en Medicina Nuclear se instala un nuevo tomógrafo (Symbia T2) de alta tecnología, conocido como Spect (Single Photon Emission Computed Tomography). Cano Valle resaltó que será el primero que se pone en marcha en América Latina, y es útil para el diagnóstico de cáncer, enfermedades neurológicas y del corazón.
La colocación de esta nueva tecnología ha requerido realizar obras que tiene a su cargo la propia empresa vendedora, Siemens, de origen alemán, y ella misma instalará el Symbia T2. Además, dará la capacitación a los trabajadores que la manejarán.
Esto ha llevado algún tiempo, indicó el funcionario, y enseguida calculó que el servicio de la Unidad de Medicina Nuclear se reanudará en las próximas dos o tres semanas.
Con relación a la denuncia sobre la suspensión de actividades de la Unidad de Medicina Nuclear (La Jornada, 31/05/07), Cano Valle señaló que el origen de la inconformidad está en la rescisión laboral de Alvarez Zavaleta, contra quien ya se han fincado responsabilidades por el posible daño patrimonial ocasionado al INER. Afirmó que "todo está documentado".
El director del instituto explicó que por la actitud de Alvarez Zavaleta, de "falta de compromiso" y pretensión de canonjías, se dejó de prestar el servicio de diagnóstico a los pacientes y el INER incumplió convenios con otras instituciones.
Aseguró que el ex trabajador incurrió en las causales de rescisión, pues hacía uso del equipo e infraestructura de una manera que no correspondía a sus funciones. "El usaba programas de cómputo que bajaba de Internet y nada tenían que ver con el servicio" que tenía a su cargo, indicó Cano Valle.
Con la finalidad de generar un ambiente propicio para el trabajo y el crecimiento académico, el director designó a un nuevo encargado de la Unidad de Medicina Nuclear, quien cuenta con el certificado que acredita su capacidad y entrenamiento para la conducción del área, dijo.