Como Pelé, el delantero brasileño consiguió el tanto con un tiro de penal

Romario llegó a la cifra mágica de mil goles

AFP

Río de Janeiro, 20 de mayo. El atacante brasileño Romario de Souza Faria logró este domingo con el Vasco da Gama su tanto mil y cierra a los 41 años una carrera de casi tres décadas fusilando arqueros del todo el mundo.

Campeón en Brasil, España y Holanda, el Baixinho tuvo su apogeo en 1994, cuando fue decisivo para ganar en Estados Unidos la Copa del Mundo y la FIFA lo eligió como el mejor jugador del planeta.

Como Pelé en 1969, Romario marcó su tanto mil de tiro penal. Con su estatura de 1.69 metros y una velocidad física y mental asombrosa, el Baixinho fue un azote en el área. Por más que un defensor siguiera todos sus movimientos, al menor descuido la jugada terminaba en gol.

Nacido el 29 de enero de 1996, surgió en el modesto Olaria de Río de Janeiro en 1979. Pasó a Vasco da Gama en 1985 con fama de goleador de su club y de las selecciones juveniles de Brasil. El Vasco lo transfirió al PSV Eindhoven de Holanda, donde hizo época. Marcó 165 goles en 163 partidos y fue campeón nacional cuatro veces y una de Europa.

Del PSV pasó al FC Barcelona, dirigido por el legendario Johan Cruyff. Con los catalanes anotó 53 goles en 84 partidos y ganó la liga de 1994, de la cual fue el máximo anotador.

Amante de la noche, se fue del Barça para el Valencia, cuadro para el cual marcó 14 goles en 21 juegos. Volvió a Brasil en 1996 para seguir perforando redes con las camisas de los equipos más populares de Río: Flamengo, Fluminense y Vasco da Gama.

Romario siempre trató de construir su propia imagen y no le importó ser tildado de chico malo.

A los 41 años, cuando los jugadores están jubilados o son directores técnicos, Romario salió del ostracismo causado por su paso por equipos de Qatar, Australia y Estados Unidos, y decidió cerrar su carrera a toda orquesta.

Altivo como siempre y con su lengua más afilada que nunca, volvió a convertirse en el centro de las atenciones al anunciar que estaba a un paso del gol número mil, cifra mágica apenas superada en Brasil por Pelé.

Señaló que su manera de ser es la que lo mantiene como ídolo de los brasileños. "Soy como cualquier brasileño. Me gustan las mujeres, salir, divertirme. Por eso el pueblo se identifica conmigo", sostuvo.

Romario no ha dicho exactamente cuándo colgará los botines. Sin embargo, ya señaló que no le pasa por la cabeza ser entrenador.