El museo Cuevas alberga obras de 40 creadores que trabajan con tonos oscuros
Muestran cómo el color negro marca hitos en la historia del arte
Lecciones de tinieblas aborda una trayectoria en Occidente con ecos en América Latina, indica el curador Gérard Georges Lemaire
La colectiva incluye a Toledo y Felguérez, entre otros
Ampliar la imagen El libro de arte, obra de Catherine Lopés-Curve, forma parte de Lecciones de tinieblas, exposición curada por el historiador Gérard Georges Lemaire, que se puede visitar en el recinto de Academia 13, Centro Histórico
El negro ha jugado un papel determinante en la construcción del imaginario estético de Occidente, expresa el historiador francés de arte Gérard Georges Lemaire, autor del libro El negro (2006), galardonado con el premio del Cercle Montherlant de la Academia de Bellas Artes de Francia, así como curador de Lecciones de tinieblas, exposición colectiva de más de 40 artistas, en su mayoría franceses y mexicanos, montada en el Museo José Luis Cuevas.
Se trata de una colaboración entre el recinto de la calle Academia 13, Centro Histórico, y el área de cooperación cultural de la embajada de Francia en México.
Presente desde las primeras obras prehistóricas, después del Renacimiento ''los grandes momentos revolucionarios fueron fundados en la introducción del negro, cada vez de manera distinta, lo que se puede ver en las obras de Caravaggio, Rembrandt, Goya y Manet", indica Lemaire.
A menudo, cada vez que ocurría "algo interesante" era un problema de la sombra y el blanco. Al respecto, el entrevistado ejemplifica: ''Los impresionistas rechazaron a priori el negro por una razón evidente: hacían una pintura de la vibración de la luz. Luego iniciaron una reflexión que se nota especialmente en las obras de Renoir. Tenían que introducir el negro, porque no se podía traducir la luz sin tener el lado opuesto, que es ese color".
Relectura del arte pictórico
No obstante que escribió un libro sobre el color negro, Lemaire asegura que no hay conclusiones, porque es una historia que continúa.
En su relectura del arte pictórico, el especialista observa que mientras para algunos artistas el negro constituyó un momento para su creación, en otros permea toda su obra. Eso significa que para muchos el negro fue una manera de conocer los límites de la pintura.
En el transcurso de los años se acumuló toda una experiencia hasta las obras monocromas. ''Todo esto -anota el historiador- nació del mito de una exposición que hizo Malevitch, donde presentó una pintura llamada Cuadrado negro (1915), que era sobre un fondo blanco, a la que respondió otro artista ruso con un círculo negro sobre fondo negro. Con eso empieza un verdadero viaje teórico en la pintura contemporánea.
Una de sus etapas ''famosas" fue el cuadro en blanco, negro y gris, realizado por Pablo Picasso con motivo del bombardeo de Guernika, hace 70 años, durante la Guerra Civil Española. Hoy día se trata de una obra tan conocida que uno no advierte la dimensión revolucionaria de la pintura en el momento que se hizo. Después, ''diferentes artistas van a utilizar el negro para aportar algo nuevo a la pintura, como la estadunidense de la posguerra y en la francesa con los monocromos de Ives Klein y las obras de Pierre Soulages, en los años 80.
Lemaire curó la parte de la muestra correspondiente a los artistas franceses, o europeos, que incluye, entre otros, a Pierre Alechinsky, Máximo Arrighi, Krzyszto Augustin, Etienne Assenat, Marc Aurelle, Joseph Bartolí, Anna Bella Gelger, Sergio Birga, Albert Bitran, Robert Blanc, Gianni Buratonni, Olivier de Champris, Luce Delhove, Daniel Dezeuze, Nathalie Du Pasquier, Michel Gérard, Solange Galasso, Anne Gorouben, Robert Groborne, Claude Jeanmart, Bernard Lacombe y Catherine Lopés-Curve.
Marc Sagaert, agregado de cooperación cultural de la embajada francesa, seleccionó a los artistas mexicanos y latinoamericanos, entre ellos, Francisco Toledo, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, Sergio Hernández, Demián Flores, Marisa Lara, Arturo Guerrero, Rubén Maya, Armando Morales y David Mansur.
También se incluyó una obra de Beatriz Zamora, quien ha padecido por utilizar en su quehacer pictórico sólo el color negro.
Más que cuadros negros
De acuerdo con Gérard Georges Lemaire, no se trató de hacer una exposición de ''cuadros negros", ni siquiera decir ''todo sobre el negro", pues faltan relevantes artistas franceses y mexicanos, reconoce el historiador.
Más bien se pretendió hacer entender al público que la relación con el color negro encarna momentos destacados del pensamiento artístico. Y, por otro lado, mostrar que lo negro no es sólo el color, sino más bien ''una trayectoria en el pensamiento occidental que encontró sus ecos en América Latina".
Eso, señala el experto, se nota especialmente en la tercera parte de la exposición que tiene que ver con el libro Lecciones de tinieblas, escrito por su esposa, Patrizia Runfola, publicado de manera póstuma en 2002, cuyo título se refiere a los grandes compositores que trabajaron para la Iglesia. En esta tercera sección figuran obras negras, pero también hay otras que no lo son y traducen esta atmósfera.